Maltrato escolar o bullying: fenómeno latente en escuelas RD

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Las burlas y golpes frecuentes entre compañeros de estudios han vuelto a poner el tema del maltrato estudiantil sobre el tapete. El castigo corporal y psicológico continúa siendo una práctica en muchas escuelas a lo largo y ancho del país.
 
La violencia puede cambiar de manera drástica la vida de los infantes, afectando su desarrollo como personas y su desenvolvimiento social. En los últimos tiempos se ha venido desatando un fenómeno en los centros educativos denominado «bullying» (acoso escolar), que implica agresión física y mental.
 
El tema ha llevado a diversas sociedades a prestarle atención a esta nueva forma de ultraje. El problema no radica en la acción en sí misma, sino en los efectos que producen entre sus víctimas.
 
Esta situación de acoso, intimidación o victimización en la que un alumno o alumna está expuesto de forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas llevadas a cabo por otros compañeros, las viven millones de estudiantes a nivel mundial.
 
Un ejemplo de ello es “Marcos”, de tan solo 8 años de edad, quien cursa el tercer grado de primaria, en la escuela Martha, del municipio Los Alcarrizos. Su madre Magalys Pérez narra que el pequeño se niega a ir a la escuela, porque todos los días llega golpeado a la casa.
 
Pérez denunció que la historia de su hijo se repite en muchos otros estudiantes del plantel. Declaró que los alumnos se quedan solos en las aulas, debido a la tardanza de los maestros , lo que a su juicio, permite que se produzcan los enfrentamiento entre los menores, al no existir una autoridad competente que imponga el orden.
 
La madre manifestó que su vástago es violentado contantemente; el último enfrentamiento fue con una niña, quien le marcó parte de su rostro con rasguños y le laceró una de sus orejas. El infante muestra también hematomas en su hombro izquierdo, producto de un golpe recibido con una butaca en el salón de clases.
 
Pérez dijo que en distintas ocasiones se ha reunido con la directiva, quienes solo se limitan a decir que son “cosas de muchachos”, por lo cual le restan importancia.
Aseguró que la academia no cuenta con una junta de padres, ni seguridad que vele por el bienestar de los infantes. Explicó que cuando llega la hora de despacharlos a sus hogares, siempre se producen trifulcas entre los escolares, porque son enviados sin ningún orden o cuidado.
 
La desesperada progenitora hace un llamado a las autoridades de educación, para que realicen las investigaciones de lugar en la casa de estudios, su directora y personal docente.
 
Un equipo de este multimedios DominicanosHoy, visitó la escuela para conocer la versión de la rectora, pero no se encontraba en su lugar de trabajo y los demás empleados del área solo se restringieron a contestar que no estaban autorizados para dar ningún tipo de información.
 
Cuanta menos atención exista por parte de los educadores, hay mayor riesgo de que suceda acoso escolar, sobre todo si a este factor se le suma la falta de control físico, vigilancia, respeto, humillación, amenazas o la exclusión entre personal docente y alumnos.
 
Estudios realizados indican que más de la mitad de los niños van a ser víctimas de bullying en algún momento durante sus años de aprendizaje y al menos un 10% serán molestados de forma regular.
 
También revela que es más prevalente en los niños que en niñas. El acoso, si está dirigido siempre hacia la misma persona, puede ser extremadamente dañino. A pesar de ser otra forma de agresión distinta a los golpes, puede hacer un daño igual o mayor.
 
Como la historia de “Marcos” existen miles. La etapa escolar juega un papel importante, coincide con el primer ciclo de formación en el cual se desarrolla la imaginación, parte de la personalidad y desenvolvimiento social, por lo que no debe ser un periodo de miedo ni maltratos, sino de constitución de las bases de la fraternidad y el compañerismo.