El muerto no es de Danilo

Ni siquiera quien muere se da cuenta del dolor que causa. Es simple, no puede sentirlo, pero ya sean sus padres, sus hijos, la sociedad lo siente y lo repele.

Eso ha ocurrido con el estudiante William Florián Ramírez de la Universidad Autónoma de Santo Domingo quien dicho sea de paso era miembro al igual que su padre del gobernante Partido de la Liberación Dominicana.

Lo que pasa en la turbada y confusa sociedad en que vivimos, es que todos queremos sacar alguna ventaja y eso quieren hacer con este estudiante, que sería, como antes se estilaba, el muerto de Danilo para tratar de sacarle un miserable capital político.

Muchos que se escudan allá en entidades casi anónimas y que agrupan no más de tres o cuatro personas en realidad aprovechan la marea de real indignación para pescar en rio revuelto, porque de otra manera no pueden hacerlo. Son por esos unos miserables oportunistas.

De igual modo los hay que escudado en el para mi hace bastante tiempo, superficial, y frívola red social Facebook, creen que ser alguna estrella de cine o del mundo de los medios masivos de comunicación y dicen indignarse por ahí y convocan a las masas “facebociana” para uno que otro acto de protesta tratando de imitar pobremente las alegadas convocatorias de la llamada Primavera Árabe, creyendo que las “masas” dominicanas en el exterior y allá conocen y se nutren de semejante vía de comunicación. Son unos ingenuos y charlatanes.

Los hay también que frustrados y reconcomidos de envida por dentro no saben encontrar más culpables que a ex presidente Leonel Fernández y muchos de sus ex funcionarios porque creen que los tres o cuatro mil dominicanos que votaron por ello o que leen sus columnas de pronto se convertirán en millones que se arrojaran a las calles de la República Dominicana, porque al fin han aparecido dos o tres hombres bragados dispuestos a morir por su patria tratando de crucificar a otros que han hecho y a lo mejor harán mucho mas por ese pueblo, que los ellos han podido soñar o imaginarse en toda su mediocre vida política o social.

Danilo Medina es un presidente digno, honrado, sensible y respetuoso de la vida de todos los dominicanos y es hasta prueba en contrario incapaz de mandar a matar a nadie y nadie puede en su nombre, abrogarse el derecho a quitarle la vida a nadie por lo que los culpables de ese crimen tendrán que darle la cara a la justicia durante este gobierno.

Aun con poco tiempo en el poder este gobierno ha demostrado que no le tiembla el pulso para corregir lo que está mal, pero que tampoco puede dejarse chantajear con la taimada intención de arrojarle un muerto a sus pies. Esa lamentable muerte no le corresponderá a Danilo Medina y su gobierno, sino a los oportunistas de siempre que como hemos dicho quieren capitalizar una justa indignación, que no tiene que llegar a sacrificar a ningún ser humano, ni tampoco ser caldo de cultivo para las utopías de otros que nunca han podido construir un proyecto viable de ningún tipo que contribuya a eliminar la injusticia y la pobreza-engendradores de violencia- en nuestra y cualquier sociedad del mundo.

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