El Gobierno de Estados Unidos habría retirado el visado al general retirado Francisco Antonio Hiraldo Guerrero, a quien reclama en extradición, en el año 2005, por sus vínculos con el narcotráfico internacional. También quitó el permiso de paseo a un coronel activo de la Marina de Guerra que estaría ligado al caso que se ventila en la justicia dominicana.
DominicanosHoy tuvo acceso a documentos confidenciales, los cuales indican que el exoficial participó en varios operativos antinarcóticos, en donde gran parte de la droga, supuestamente, no fue reportada y la misma habría sido negociada a narcotraficantes que la llevaban a Estados Unidos.
Según fuentes de inteligencia, uno de esos casos donde actuó Hiraldo Guerrero ocurrió en Bayahíbe, La Romana, en donde en el interior de un bote, sobre la cubierta, fueron hallados unos diez paquetes de cocaína, droga que fue reportada inmediatamente; sin embargo, en esa embarcación se encontraron 160 fardos.
Además, el exgeneral está presuntamente vinculado con la muerte de un hombre (de generales desconocidos), cuyo cadáver fue descubierto en una zona de Bayahíbe atado de pies y manos y amordazados: “Esta persona fue torturada y posteriormente asesinada por una cantidad indeterminada de droga”.
Implican coronel
Un coronel activo de la Marina de Guerra, quien fuera encargado de un importante departamento en la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), estaría vinculado a la red de narcotraficantes que encabezaba el excapitán Quirino Ernesto Paulino Castillo y al exjefe de operaciones del organismo antinarcóticos, general retirado Francisco Antonio Hiraldo Guerrero, pedido en extradición por los Estados Unidos.
Según documentos a los que tuvo acceso este multimedios DominicanosHoy, este alto oficial, con el apoyo de Hiraldo Guerrero, daba protección a un sinnúmero de narcotraficantes, a cambio de grandes sumas de dinero en dólares.
Las informaciones, además, refieren que para la época este coronel ocupaba una relevante posición en la DNCD, desde la cual suministraba “informaciones sensitivas” relacionadas a narcotraficantes a Hiraldo Guerrero, para que este pudiera trabajarlos: “extorsionarlos y banquearlos”.
Los oficiales habrían llegado hasta donde Paulino Castillo, quien está preso en Estados Unidos desde el año 2005 y a quien se le ocupó un alijo de 1,387 kilos de cocaína el 18 de diciembre de 2004, vía otro exoficial de la Marina de Guerra.
El arresto
El apresamiento de Hiraldo Guerrero fue anunciado por la Procuraduría General de la República y la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), durante una rueda de prensa el pasado miércoles en Santo Domingo.
El exmilitar es acusado de ser parte de la red de narcotráfico que dirigió el excapitán Paulino Castillo, hasta que fue detenido por el organismo antinarcóticos y la DEA en una avenida de la capital dominicana.
El informe de la solicitud de extradición señala que dentro de los testimonios, uno de los declarantes refiere que en 2008, Hiraldo Guerrero le dijo que para proteger un cargamento específico de 700 kilogramos de cocaína, él prefería recibir el pago en especie, en lugar de dinero en efectivo, ya que contaba con medios para enviarla a territorio norteamericano y obtener beneficios mayores.
Los otros dos testigos hablan de la protección que recibieron: uno en el año 2003, para enviar a los Estados Unidos 300 kilogramos de cocaína y otro en el año 2004, en una operación de envío de 1,300 kilogramos de cocaína al mismo país, operación que resultó finalmente fallida, puesto que la droga fue incautada y arrestados varios de los implicados en el alijo.
Explicaron que Hiraldo Guerrero, quien fungió como jefe de operaciones de la DNCD en el período 2006-2008, le daba todo tipo de protección a esta red para el ingreso exitoso de droga a la República Dominicana, facilitando posteriormente su salida hacia territorio estadounidense.
La acusación en contra de Hiraldo Guerreo, quien en principio aceptó irse voluntariamente en extradición y luego reculó dizque para estudiar la solicitud, radica en cuatro cargos por narcotráfico, en hechos ocurridos desde el 2001 al 2009, en los cuales contravino el deber que le imponía su posición pública, constituyéndose en agente del narcotráfico internacional.
Hiraldo Guerrero duró 14 años en varias unidades del organismo antinarcóticos del año 2001 al 2009. La solicitud de extradición será conocida el próximo 16 de noviembre por la Suprema Corte de Justicia (SCJ).
