Washington.- El vicepresidente estadounidense, Joe Biden, enfrentará a su rival republicano, Paul Ryan, en el primer debate televisivo con la tarea de recobrar el ritmo de la campaña demócrata por la reelección de Barack Obama en noviembre.
Ambos candidatos se preparan desde hace varios días para la discusión pública, que analistas políticos y medios de comunicación coinciden en señalar como «la hora de los golpes bajos».
El encuentro será en la universidad Centre College de Danville, en Kentucky, y medirá el desempeño de los contendientes en temas de política nacional y exterior.
Se espera que Biden, de 69 años de edad, aparezca más agresivo que Obama, quien recibió duras críticas de correligionarios y seguidores por ser poco contundente frente a su adversario Mitt Romney en el primer debate electoral del pasado día 3.
Esa actitud representó una pérdida en el impulso que el dignatario tenía en intenciones de votos y lo situó por debajo del candidato conservador, ahora con una ventaja cuatro puntos porcentuales a nivel nacional (45-49).
A juicio de expertos, la postura de Obama formó parte de una estrategia de campaña para garantizar que el presidente guardara el decoro y dejara el «trabajo sucio» en manos de su compañero de fórmula.
«Un buen ataque de Biden a Romney a través de Ryan podría conllevar muchas ventajas para los demócratas puesto que, además de satisfacer a los televidentes pro-Obama, dejaría a Ryan ante una situación muy comprometida», estimó recientemente el analista Michael Medved.
Mientras, el aspirante republicano a la vicepresidencia llegará al encuentro listo para exponer su dominio en temas presupuestales y tratar así de menguar su falta de experiencia en política internacional y en debates nacionales.
