El polaco ya ha manifestado su deseo de regresar a la Fórmula Uno en 2014. Sin embargo, y a pesar de su evolución favorable hasta este momento, el doctor Rossello duda de que llegue a recuperar totalmente la movilidad de la mano.
Hasta ahora, la recuperación de Robert Kubica parecía avanzar a pasos agigantados. El gravísimo accidente que sufrió en 2011 durante su participación en un rally italiano le dejó grandes secuelas en la mano derecha (estuvo a punto de perderla) que ponían en duda su vuelta a la competición, pero apenas un año y medio después el polaco ha vuelto a dejarse ver a los mandos de un volante. Sus recientes participaciones en los rallyes de San Martino di Castrozza y en el Ronde Gomitolo di Lana parecían un paso más dentro un largo proceso de rehabilitación que tendría su culminación en 2014, cuando Kubica esperaba materializar su regreso a la Fórmula Uno, pero es posible que esa vuelta -tan esperada por todos- no llegue a producirse.
Igor Rossello es el cirujano que operó al piloto de Cracovia tras su accidente y, en todo este tiempo, ha seguido muy de cerca la evolución de su brazo derecho, que aún tiene serios problemas de movilidad. Por eso, y a pesar de lo optimista que se ha mostrado Kubica, su doctor se muestra más cauteloso y duda de que una recuperación total llegue a producirse.
Desafortunadamente, ni siquiera una buena y larga rehabilitación le llevará a recuperar completamente la movilidad de la mano.
El doctor prefiere ser realista y poner coto a las aspiraciones del piloto de 27 años, que según algunas informaciones, ya habría recibido una oferta para incorporarse como probador de Pirelli el año que viene, que le permitiría ir readaptándose poco a poco a los monoplazas y a su conducción. Sin embargo, Rossello recuerda que hay un abismo entre pilotar un coche de rallyes y hacerlo en un fórmula uno, ya que en el primer caso el piloto tiene más espacio para poder maniobrar con el brazo derecho sin que sus lesiones lleguen a ser una verdadera desventaja. Para competir en Fórmula Uno, sin embargo, se necesita una movilidad completa en las manos, algo que podría poner fin a las aspiraciones de Kubica y de los aficionados que esperan volver a disfrutar del talento del polaco.