Cuando la familia real demanda a la prensa

Ya es oficial: el príncipe William y su esposa, Kate Middleton, emprendieron acciones legales contra la revista francesa que publicó fotos de ella en toplessmientras estaban de vacaciones en Francia, país que tiene estrictas leyes de protección de la privacidad. Los abogados de la familia real británica irán a un tribunal de Francia el lunes en el comienzo del caso.
 
Después de la furia con que la pareja conformada por los duques de Cambridge reaccionó ante la publicación de las imágenes en la revista del corazón Closer, la medida parecía inevitable.Pero hay precedentes.
 
En varias ocasiones en los últimos 30 años, la familia real británica inició acciones legales contra periódicos para evitar que publicaran información personal.
 
Sólo una vez la polémica llegó a juicio
Todas las demás veces, el palacio llegó a acuerdos extrajudiciales.
El caso que llegó a los tribunales involucraba al hijo de la princesa Margarita, el vizconde Linley, casualmente el dueño del castillo francés en el que William y Kate se alojaban cuando fueron fotografiados este verano.
 
Robo
En 1990, Linley demandó al desaparecido periódico Todaypor difamación después de que lo acusara de comportamiento escandaloso en un pub. Ganó £30.000 (unos US$50.000) por daños y perjuicios.
La reina Isabel II demandó dos veces al tabloide The Sunpor robo de derechos de autor.
La primera vez fue en 1988, cuando la relación entre la familia real y los tabloides era especialmente mala.
 
El periódico llegó a un acuerdo extrajudicial después de publicar una fotografía robada a Sarah Ferguson, duquesa de York, y su hija, la princesa Beatriz, que la familia real tenía previsto utilizar en sus tarjetas de Navidad de ese año.
La segunda vez fue en 1993, cuando las relaciones seguían tensas y el diario tuvo que pagar unos US$320.000 a entidades de beneficencia en un acuerdo extrajudicial después de la publicación de un texto que la reina iba a decir en su saludo de Navidad por televisión.
 
Ese mismo año la princesa Diana inició acciones legales contra el diarioDaily Mirror, que publicó unas fotografías tomadas con una cámara oculta mientras hacía ejercicio en un gimnasio.
 
El tabloide se disculpó y se cree que pagó US$1,6 millones de costes legales a la princesa Diana y otros US$320.000 a entidades de beneficencia.
Pero el dueño del gimnasio se negó a pactar y cedió recién en febrero de 1995, una semana antes de que el juicio comenzara.
Finalmente se disculpó y devolvió los casi US$500.000 que había ganado con la venta de las fotografías.
 
Invasión
En esa ocasión, el palacio real denunció un abuso de confianza por parte del propietario. La ley de protección de datos -hasta hace poco, lo más cercano que tenía Reino Unido al derecho a la privacidad- es la vía más utilizada por la familia real para acudir a los tribunales.
La información obtenida bajo confianza – por ejemplo, por parte de un empleado – debe mantenerse confidencial, y si no es así, hay motivos para emprender una acción legal.
 
La invasión a la privacidad de la duquesa trajo a la memoria de muchos el acoso que sufrió Lady Di.
Así, en 1995, el Príncipe de Gales logró que se le prohibiera a su antigua ama de llaves publicar en Reino Unido las memorias de ella, en las que contaba intimidades del palacio. El libro vendió 100.000 copias en Estados Unidos.
Y en 2003, la reina consiguió una orden judicial para evitar que el Daily Mirror publicara más artículos sobre la estancia del reportero encubierto Ryan Parry, que había sido admitido como empleado en el Palacio de Buckingham, residencia de la reina.
Lo que es diferente en esta ocasión es que la familia real está iniciando una demanda explícitamente por invasión de privacidad, algo que no se podía hacer en los tribunales británicos hasta hace muy poco.
Pero mientras que Francia tiene una ley de privacidad clara que considera la publicación de las fotos tomadas en la propiedad privada un delito criminal y civil, también tiene un puñado de revistas de la farándula que simplemente ignoran la ley.
Los abogados en Francia dicen que Closer, evidentemente, violó la ley.
Daños
«Es claramente una invasión a la privacidad porque la pareja real estaba de vacaciones y tenía la expectativa legítima de pasar sus vacaciones en privado, sin la invasión de las cámaras desde fuera del palacio donde se alojaban», señala Christopher Mesnooh, del estudio de abogados Field Fisher Waterhouse de París.Thomas Roussineau, un abogado que se especializa en privacidad, agrega: «El castillo no es la calle, es un lugar privado y son imágenes íntimas».
 
Sin embargo, ambos creen que la revista sopesó previamente el costo potencial de daños y perjuicios, la posible multa y los ingresos que obtendrían por las ventas de revistas adicionales y la sindicación de las propias fotografías y concluyó que valía la pena correr el riesgo de un juicio.
Esto se debe a que las multas por daños y perjuicios en casos de privacidad, que antes eran altas, se han reducido en los últimos años.
 
Según Roussineau, la revista podría tener que pagar una multa de unos US$40.000.
En cuanto al dinero que los duques de Cambridge pueden esperar, de acuerdo con Mesnooh: «En estos casos es poco: varios miles de euros, tal vez de 10.000 a 15.000 euros (entre US$13.000 y US$20.000) en casos extraordinarios».

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