Varios estudios han confirmado cómo el ejemplo de los padres incentiva y estimula a los niños a copiarlos. El ejercicio no es la excepción, pues cuando los adultos lo practican con regularidad, sus hijos también tienden a hacerlo más. He aquí una nueva forma de ayudar a tus hijos a mantener la buena salud y combatir la obesidad.
“Hay que enseñar con el ejemplo”, solía decir mi abuelita, que nunca decía malas palabras, pedía permiso para casi todo y con una paciencia que solo ella me tenía, trataba de responder y explicarme cada cosa que le preguntaba. En ese entonces, mi abuelita no se preocupaba por si yo hacía o no ejercicios físicos, pero eran otras épocas, claro: no había exceso de televisión, de Internet, ni de videojuegos y la mayor parte del tiempo, a los niños, tenían que convencernos de que nos quedáramos quietos, porque siempre encontrábamos algún lugar donde correr y saltar.
Pero la situación de los niños de hoy es muy diferente. La tentación de participar en actividades que se hacen sentados frente a una pantalla son muchas, y para colmo de males papá y mamá suelen estar tan ocupados así que las posibilidades de ir al parque se reducen, con suerte, a los fines de semana, siempre y cuando la salida no sea ir a pasear a un centro comercial o al cine.
Así, con padres que también están la mayor parte del día sentados, hay más niños que no se mueven de sus sillas por más tiempo durante las horas de vigilia y que, además, están habituados a comer dulces, bocadillos y comida chatarra, lo que a lo largo de los años ha resultado en un aumento en la obesidad infantil y en el desarrollo de varias enfermedades en los niños que antes sólo se conocían entre los adultos, como la diabetes tipo 2, el colesterol alto y la presión sanguínea elevada.
La solución a esta situación puede ser más fácil de lo que parece, aunque es necesario dedicación y, sobre todo, mucha paciencia: enseñar con el ejemplo. Como prueba de esta idea, varios estudios han demostrado que, cuando los padres hacen más ejercicios, los niños también practican más actividades físicas.
Uno de ellos ha sido publicado en la edición de julio de la revista Journal of Physical Activity and Health, incluyó a 83 familias que participaban en un programa diseñado para controlar el aumento de peso en niños con sobrepeso y obesos de 7 a 14 años de edad. Para lograrlo, se animaba tanto a los padres como a sus hijos a fomentar su nivel de actividad física y a caminar 2 mil pasos más cada día (el avance era controlado con cuentapasos o podómetros).
Los investigadores hallaron que por cada mil pasos adicionales que daba la madre, el hijo daba 196 pasos más, algo que se repetía con los padres, y sugirieron que también aumentaba el ejercicio cuando padres e hijos hacían actividades juntos durante los fines de semana.
Más:
http://www.vidaysalud.com/daily/ninos/cuando-los-padres-entran-en-accion-los-hijos-tambien-lo-hacen/?mqsc=E3319079