Armas, Igor y Mateo Alou al Salón Latino

Un verdadero «Todos Estrellas» que incluye dirigente, bateo de poder y contacto y uno de los mejores emergentes de todos los tiempos, pitcheo y audacia será elevado al Salón de la Fama del Béisbol Latino en el ceremonial del 2013, anunciaron los organizadores, el jueves, en el Marlins Park de Miami.

Los cubanos Octavio Cookie Rojas y Mike Cuellar, el mexicano Ted Higuera, el panameño Rennie Stennett, el venezolano Tony Armas, el puertorriqueño Juan Igor González y los dominicanos Tony Fernández y Mateo Alou encabezan la clase del 2013, que será elevada durante la ceremonia del sábado 10 de febrero en el resort Casa de Campo de La Romana, República Dominicana.

El Comité de Veteranos escogió a los cubanos Santos Amaro y Silvio García, el dominicano Julián Javier, el venezolano Víctor Davalillo, el panameño Humberto Robinson, el mexicano Felipe Clipper Montemayor y el puertorriqueño Víctor Pellot Power. El boricua Pedro Pedrín Zorrilla será inmortalizado como propulsor.

La cuarta edición del pabellón latinoamericano estará dedicado a la memoria de Jackie Robinson, quien abrió las puertas de Grandes Ligas a los afroamericanos y a todos los jugadores de color, primordialmente a los hispanos. La familia Robinson recibirá el Premio Tom Lasorda.

«Siempre hacemos el anuncio en un estadio de Grandes Ligas para darle relevancia. Además de la ceremonia propiamente dicho, en el fin de semana de la exaltación tendremos una exhibición del Salón de la Fama de Cooperstown y otras actividades, incluyendo la entrega del Tom Lasorda Award a los familiares de Robinson», dijo agregó Roberto Weil, fundador y presidente del Salón de la Fama del Béisbol Latino.

«Todo está armado, tenemos un grupo sumamente importante y selecto de lo mejor del béisbol latinoamericano», agregó Weil.

En lo referente a calidad de exaltados, Weil acertó cuando habla de grupo selecto.

Mateo Alou, miembro de la famosa trilogía de hermanos dominicanos, que además integran Felipe y Jesús, fue un extraordinario chocador de pelotas que bateó .307 en 15 temporadas, fue campeón de bateo de la Liga Nacional en 1966 con .342 y disparó 231 hits en 1969. Falleció en noviembre del año pasado.

«Mateo fue el más bravo y admirable Alou», dijo Felipe, quien funge como director del Comité de Inmortales del Salón de la Fama del Béisbol Latino. «Con una estatura de 5-9, siempre lució inferior al resto de sus hermanos, más grandes y más fuertes, hasta que lo dejaban entrar al terreno. Una vez en el campo, era un gigante», agregó Felipe sobre su hermano.

González fue uno de los mejores toleteros boricuas de todos los tiempos y uno de los más estelares en el punto más alto de su carrera. Bateó 434 jonrones y empujó 1,404 carreras en 1,689 partidos. Fue dos veces Jugador Más Valioso de la Liga Americana (1996 y 1998) con los Rangers de Texas.

Fernández ha sido uno de los torpederos latinoamericanos más completos de la historia. Uno que ganó cuatro Guantes de Oro, pero además fue tercer bate de Toronto por mucho tiempo y se retiró bateando .288 con 844 impulsadas en 17 temporadas.

Armas fue el primer gran jonronero latinoamericano en las ligas mayores. Lideró la Liga Americana en tetrabases en 1981 y 1984 y totalizó 251 en 14 temporadas. En las ligas invernales fue un terror de lanzadores y es parte de la leyenda urbana latinoamericana su cuadrangular contra Mario Soto en el estadio Quisqueya de Santo Domingo en la Serie del Caribe de 1980.

Rojas fue intermedista y jardinero que jugó 16 años en Grandes Ligas y luego fue manager de los Angelinos de California (1988) y Marlins de Florida (1996). Ha sido dirigente en las ligas invernales caribeñas y actualmente es narrador de los Marlins.

El fenecido Cuellar fue uno de los mejores lanzadores zurdos latinos de todos los tiempos y una de las primeras estrellas caribeñas de las ligas mayores. Tuvo marca de 185-130 en 15 temporadas (1959-1977), conquistó el Cy Young de la Liga Americana en 1969 y en cuatro ocasiones ganó 20 o más partidos, incluyendo 1970, cuando terminó con récord de 24-8 y 21 juegos completos.

Higuera ganó 94 partidos en nueve años con Milwaukee y Stennett bateó .274 en 11 temporadas.

Davalillo jugó 16 años en Grandes Ligas, mayormente como jugador suplente y bateador emergente, pero en su país fue el Pete Rose venezolano, estableciendo casi todas las marcas ofensivas de la liga, incluyendo promedio de bateo (.325), hits (1,505) y anotadas (668) en 30 temporadas.

«Tuve la suerte de ver jugar a todos los veteranos que serán elevados en el 2013. Pienso que debemos ampliar la cuota anual para poder recuperar terreno con los veteranos», dijo Rafael Ávila, fundador y vice presidente del Salón de la Fama del Béisbol Latino.

«Es que tenemos la materia prima. Tenemos tantos jugadores que deberían entrar, pero apenas estamos llevando cuatro o cinco cada año, pero la cantera es inagotable», dijo Felipe Alou.

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