Soriano: «estaré preparado para lo que venga».

Chicago.- Cuando firmó su contrato por tres años con los Yankees de Nueva York , el 18 de enero de 2011, Rafael Soriano sabía que su función principal era la de protegerle la espalda al cerrador con más rescates en la historia de Grandes Ligas, Mariano Rivera.
 
Entendiendo esa situación el dominicano aceptó el cargo y la responsabilidad, aún cuando él se había desempeñado como un exitoso salvador.
 
De allí que antes del inicio de esta campaña, la segunda con el uniforme de los del Bronx, no se imaginaba que para el 22 de agosto sería el cerrador del equipo y que tendría 31 rescates en 33 oportunidades, posicionándose en el cuarto lugar entre los apagafuegos de la Liga Americana.
 
Para Soriano, sin embargo, no representa una sorpresa su efectividad a la hora de sellar los triunfos de los Yankees, asumiendo el rol que desde el tres de mayo dejara Rivera por una desafortunada lesión en la rodilla derecha, haciéndole perder la campaña.
 
 
«Es algo que no esperaba que llegara tan rápido, pero todo el mundo sabe lo que yo puedo hacer y estoy tratando de ayudar al equipo a clasificar», dijo el ahora cerrador de Nueva York.
El trabajo que ha realizado Soriano y el posible regreso de Rivera para la próxima temporada ha generado incertidumbre en el futuro del dominicano con los Yankees, debido al deseo de éste por mantener la función de salvador, que eventualmente devolverá al panameño.
 
Cansado ya de hablar del tema y tras reiterar que no quiere seguir hablando de él, el derecho expresó sentado frente a su locker, en el clubhouse de los Yankees, en el U.S. Cellular Field de Chicago, que: «es algo que todavía no ha pasado y falta mucho para eso. Solamente me enfoco en este año y a ver qué pasa para el año que viene. Quisiera mantenerme en este rol, pero eso es algo que los jefes, que son los saben, deciden. Dios está primero que todo y sabe lo que le toca a cada quien mañana. Estaré preparado para lo que venga».
 
Al dominicano le queda una campaña más de contrato con el conjunto del Bronx, que esta temporada luego de la lesión de Rivera le dio primero el chance de cerrar juegos a David Robertson, quien falló su oportunidad, pero aún es visto como el cerrador a futuro del equipo, un futuro en el cual ya no esté la figura activa del 42 de los Yankees.
 
Soriano aclara que no tiene nada en contra de Mariano, por el contrario le agradece por el apoyo y los consejos que le ha dado en el tiempo que han podido compartir con la novena de Nueva York y que le han permitido de algunas forma calzar sus zapatos ante su ausencia.
 
«Es algo que la confianza y la seguridad que uno tenga en uno mismo ayuda. Sabiendo que la fanaticada de los Yankees es muy exigente y que uno también comete errores, pero eso hay que verlo de la mejor manera cuando eso sucede. Eso lo he aprendido un poco de Mariano, quien siempre ha estado ahí y me ha estado apoyando», expresó.
 
El hecho de estar con los Yankees, aceptando una función que no era la que él venía desempeñando, pero teniendo la oportunidad de jugar con un equipo de mercado grande, que constantemente tiene grandes opciones de ganar la Serie Mundial motivó y ha motivado a Soriano, quien podría continuar sopesando la idea de volver al rol de setup o relevista largo el próximo año, si Rivera regresa.
 
«Estar con los Yankees es un orgullo, porque es una de las cosas más grandes de este país. Ser un yanquista es algo diferente de todo lo demás», aseguró.
 
El dominicano ha correspondido a ese privilegio de vestir el uniforme de la franquicia más exitosa en la historia del béisbol de Grandes Ligas, que acumula 27 títulos mundiales. Y lo ha hecho con actitud, dominio y efectividad.
 
Cada vez que entra en acción, Soriano lo hace con una seriedad que mete miedo, siendo completamente inexpresivo hasta el momento de celebrar su actuación y la victoria del equipo.
 
«Es algo que he estado haciendo durante toda mi carrera. Desde que empecé en ligas menores he estado serio en mi trabajo, tratando de enfocarme en cada pitcheo que le vaya a hacer al bateador», comentó el derecho.
 
En medio de esa seriedad Soriano, además de infundir temor, analiza los pensamientos de sus rivales para saber qué están esperando de él y así sorprenderlos y dominarlos con uno de sus dos pitcheos, recta o slider.
 
«El lio es que ellos están esperando uno de los dos pitcheos, pero no saben para dónde van. Una de las cosas que a veces trato de hacer es leerles la mente y hacer mis pitcheos», explicó el dominicano.
 
Soriano espera continuar cumpliendo con las exigencias de los Yankees y sus aficionados como lo ha venido haciendo hasta este momento, en el que presenta marca de dos victorias y una derrota, con efectividad de 1.64, 1.135 de whip, además de sus 31 juegos salvados.
 
PIE DE FOTO
 
Rafael Soriano

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