Asunción.- El gobierno paraguayo, quien aspiraba a lograr de la OEA una resolución de apoyo para aliviar su aislamiento internacional, nunca pudo lograrlo en la recién culminada reunión de esa instancia.
Las esperanzas del Ejecutivo que asumió el poder tras la destitución del presidente Fernando Lugo se basaban en la posible aprobación del informe presentado por José Miguel Insulza, secretario general del organismo regional, documento que negaba el quiebre democrático ocurrido aquí.
Sancionado por Mercosur y Unasur, los dos grandes bloques integracionistas suramericanos y amenazado de castigos similares en el Parlamento Latinoamericano y la Asociación Latinoamericana de Integración, para Paraguay era importante un claro apoyo de la Organización de Estados Americanos.
Sin embargo, el informe de Insulza no fue aprobado y ni siquiera se pudo conseguir que las naciones asistentes aceptaran «tomar nota» del mismo, un término protocolar similar a una aceptación moderada o de cortesía de su contenido, en el cual se aceptaba como algo normal el juicio político a Lugo.
Tampoco pudo Insulza lograr que el plenario apoyara como algo institucional su compromiso con el gobierno paraguayo de enviar con meses de anticipación a Asunción una comisión observadora del proceso electoral destinado a finalizar con las elecciones generales del 2013.
El fracaso de este último intento hizo que dicha misión sólo pueda considerarse como enviada a título personal por Insulza pues ni siquiera se consiguó consenso para convertirla en una verdadera representación de la OEA.
Por supuesto que el gobierno actual paraguayo presentó como una victoria de su diplomacia no haber sido sancionado por esa organización como sucedió en las anteriormente mencionadas, pero le fue imposible calificar el resultado de la cita de un reconocimiento a su legalidad.
El secretario general del opositor Frente Guasú, Ricardo Canese, fue duro en el enjuiciamiento de lo ocurrido, pues destacó la celebración como muestra de la desesperación gubernamental por una condena internacional que se mantiene.