Si la inmensa mayoría de las que murieron baleadas, acuchilladas, macheteadas, estranguladas, quemadas, ahogadas, asfixiadas, apaleadas, envenenadas, degolladas, picoteadas, desbarrancadas y colgadas pudieran hablar; y si las que han sobrevivido traumatizadas, tullidas, enloquecidas, quemadas, enceguecidas, violadas, cojas, mochas, torcidas, amoratadas, desnarigadas, mutiladas, sodomizadas, mordidas, acuchilladas…(En fin, hechas mierda por el macho brutal, salvaje, primitivo). Si pudieran hablar, digo, ¿saben el grito desgarrador que saldría desde lo más hondo de su dolor?: “La Policía no se mete en pleitos de marido y mujer”.
