Washington.- El presidente estadounidense, Barack Obama, planea dirigirse a los participantes en la 29 Conferencia anual de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (Naleo), en Orlando, Florida, pero con la mirada puesta en las urnas.
La campaña por la reelección del mandatario intenta cortejar a toda costa al cada vez más importante sector de los votantes hispanos, la principal minoría del país, con más de 50 millones de personas.
Hace cuatro años, los latinos tuvieron un papel fundamental en la elección del primer mandatario afroamericano, pues el 67 por ciento de quienes ejercieron el sufragio lo apoyó.
Sin embargo, la comunidad hispana ha visto diluirse en algo más de tres años las múltiples promesas del gobernante demócrata; ante lo cual, la campaña por su reelección intenta recomponer tan importantes bases y devolverles las ahora apagadas esperanzas de otrora.
Los latinos exhiben en estos momentos una tasa de desempleo superior al 11 por ciento, en comparación con el 8,2 por ciento de la media nacional, según cifras oficiales.
Asimismo, han visto como durante la actual administración se incrementaron las expulsiones de indocumentados -alrededor de 400 mil por año-, como no ocurrió siquiera bajo el mandato de George W. Bush (2001-2009).
La deuda de una reforma migratoria integral permanece en vilo en un Congreso profundamente polarizado respecto a cómo enfrentar el tema y ante la amenaza de polémicas leyes migratorias estaduales que abogan por la expulsión de las personas sin papeles.
Hace exactamente una semana, la Casa Blanca anunció la suspensión de las expulsiones de indocumentados durante dos años, decisión que podría beneficiar a unos 800 mil jóvenes menores de 30 años, pero solo bajo ciertas condiciones, recordó el diario Orlando Sentinel.
Ante lo que expertos califican de movida electoral de los demócratas para granjearse el apoyo de los latinos, el bando republicano también ha reaccionado para evitar quedar a la zaga.
La víspera, el eventual candidato republicano por la fuerza política conservadora Mitt Romney se refirió al tema en la reunión de Naleo y prometió que si llega a la Casa Blanca implementará una reforma migratoria, pero a largo plazo.
Aunque en varias ocasiones, el exgobernador de Massachussets se ha mostrado ferviente partidario de la expulsión de las personas sin papeles, esta vez trató de conciliar su discurso con una promesa que, dada su lejanía, estuvo lejos de aupar el ánimo del auditorio, comentó el rotativo.
A pesar de sus promesas, el presidente Obama fracasó en llevar a cabo una reforma migratoria y su reciente decisión solo ofrece una medida temporal, la cual estima suficiente para lograr su reelección, aseguró el mormón.
No obstante, el exgobernador evadió qué haría con la reciente propuesta presidencial de llegar a la Oficina Oval, observó la fuente.
