Mercados sirios como termómetros de la crisis

Damasco.- Los mercados son este sábado el termómetro más confiable para medir el acontecer en Siria, nación que enfrenta la inestabilidad causada por duras sanciones y el accionar de grupos armados apoyados por Occidente y naciones árabes del Golfo Pérsico.
 
Recorrer el área de Al-Hamidiyeh, donde se ubica el mayor mercado techado de Damasco y de la región del Levante, permite apreciar la zozobra de los comerciantes ante la escasa afluencia de público a sus negocios.
 
Meses atrás era difícil recorrer en media hora su calle principal que comienza en la Citadel de Damasco, cerca de donde se alza la estatua del sultán Saladino, y ahora en menos de cinco minutos se puede hacer el trayecto hasta el fondo, donde se encuentra como testigo la monumental Mezquita de Umayyad, todo un símbolo para la cultura universal.
 
En el mes de mayo un comerciante local, que se hace llamar Juan, decía que las ventas habían caído hasta un 30 por ciento y que vivían del escaso negocio y de sus ahorros.
Hoy la situación es más crítica, las ventas están en cerca de un 10 por ciento, su pequeño negocio de ropas apenas vende cinco mil libras sirias al día, poco menos de 100 dólares, cuanto en los buenos tiempos sobrepasaba las 30 mil libras o sea más de 500 dólares.
 
La tristeza embarga a muchos, que desesperados tratan de atraer a los escasos clientes que pasan buscando la gran variedad de artículos que adornan paredes, estantes y cuanto lugar sirve para acomodar las mercancías.
 
A parte de la violencia que grupos opositores impulsan, también esta el temor de la gente a verse afectados por atentados que pueden ocurrir ya en cualquier lugar, con tal de aumentar la crisis en esta nación de gentes amables y humildes.
 
Los turistas que antes llenaban calles, callejones y recovecos de este emporio buscando obras en metal, artesanías, tejidos, alfombras, y cualquier mercancía local o importada, ya ni se ven, tanto es el temor creado en el exterior, la mayoría de las veces infundado, sobre lo que aquí ocurre.
 
Antes, comenta una fuente, usted podía viajar a donde quisiera en este país, caminar de noche y de madrugada, ahora está el miedo sembrado por las bandas  terroristas. Muchos sirios ven día a día amenazada su supervivencia.
 
Pero la situación no es crítica solo en ese histórico centro mercantil, otros como el souq Jumah, o mercado de los viernes, ubicado en la también capitalina zona Sheik Moujahiddin, de variada oferta que va desde ropas, zapatos, cárnicos, víveres, verduras, entre otros, también han visto caer sus ventas.
 
Igual sucede con otros más caros en el centro de la ciudad y en su periferia, la baja afluencia de público denota el impacto de la crisis y la precaución de la gente para no verse afectada por la violencia, que aunque no se ve, flota en el aire.
 
Damasco es hoy una ciudad sin vida nocturna, donde como antaño no se aprecian a las familias sentadas en los parques disfrutando de la paz y la tranquilidad que hoy sus enemigos externos intentan suprimirles para siempre.

Compartir esta publicación:

WhatsApp
Facebook
X
LinkedIn
Pinterest

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *