Damasco.- Arabia Saudita es la punta de lanza de Estados Unidos contra Siria, según evidencian este sábado consultas realizadas por Washington con el rey Abdullad, la cabeza más visible de esa monarquía del golfo Pérsico.
Un artículo publicado esta semana por el diario canadiense The Gazette aborda, sin aportar muchos detalles, presuntas preocupaciones del mandatario estadounidense, Barack Obama, sobre la escalada de violencia en Siria.
La monarquía saudita es un partidario abierto de las bandas armadas que enfrentan al gobierno del presidente sirio, Bashar al-Assad, plantea el rotativo.
En las últimas semanas fueron puestos a la consideración de la comunidad internacional resultados de esta política al ser ocupadas grandes cantidades de armas en Siria que son financiadas por los petrodólares sauditas, según terroristas detenidos y voceros de las autoridades locales.
No es un secreto para nadie, y declaraciones de funcionarios de esa nación árabe así lo confirman, que Riad apuesta por cambiar el mapa político sirio, y aunque anunciaron que proporcionarían 100 millones de dólares para ayudar a las bandas armadas, incluido el llamado Ejercito Libre Sirio, las cifras pueden ser mayores según expertos.
Muchos analistas políticos y portavoces de gobiernos de diversas regiones consideran que la saudita es la menos democrática y libre de las sociedades del área, y nada tiene para mostrar a los sirios, a no ser aumentar las contradicciones religiosas entre las diferentes tendencias del Islam que conviven en este país.
Esta semana el jefe de la misión de la ONU en Siria, general Robert Mood, alertó sobre los peligros que se ciernen sobre la continuidad de sus labores, lo que pondría fin a una etapa de la aplicación del plan Annan.
Aunque algunos voceros dicen que las potencias occidentales han puesto sus esperanzas en el plan, en parte porque no hay otras opciones sobre la mesa, lo cierto es que apoyan las actividades sauditas y de Catar para alentar el caos y la violencia en Siria.
Pese a que toda la culpa se descarga contra las autoridades sirias, observadores de la ONU confirmaron en días recientes un fuerte aumento de la violencia y no sólo por parte del gobierno.
Los ataques de la oposición armada a los edificios oficiales y puntos de control del gobierno son cada vez más eficaces, y el gobierno sufre grandes pérdidas, dijo Mood este viernes durante una rueda de prensa.
Esto evidencia que el tráfico de armas más sofisticadas, como los cohetes Cobra franceses y los denominados «flechas» contra aviones, financiados por el dinero saudita y de los occidentales, apuntan a un mayor recrudecimiento de los enfrentamientos
