Según datos oficiales, en lo que va de 2012, unas 66 mujeres han sido víctimas de feminicidios, cifra que contradice a los organismos de la sociedad civil y los medios de comunicación, los cuales aseguran que son 80 las féminas muertas a manos de hombres .
La procuradora adjunta para Asuntos de la Mujer, Roxana Reyes, aseguró que el número de casos es menor al primer cuatrimestre de 2011, donde se verificaron 77 muertes, 11 más que en el primer cuatrimestre del actual año.
Reyes señaló que en los últimos cinco años, el 80% de las mujeres ultimadas por sus parejas sentimentales, nunca denunciaron a los agresores ante el Ministerio Público (MP). Indicó que el objetivo de ese órgano judicial es que ninguna mujer sea víctima de la violencia, ya que su principal meta es prevenir y evitar un desenlace fatal.
De su lado, la directora ejecutiva de la Colectiva Mujer y Salud, Sergia Galván, denunció que son 80 las caídas por violencia intrafamiliar, por lo que demandó más voluntad de las autoridades estatales para enfrentar el delito.
Dijo que los únicos que se preocupan por la ola de feminicidios son los ministerios Público y de la Mujer, entidades no gubernamentales. En ese sentido la directora de Colectiva Mujer y Salud demandó del Estado una respuesta urgente.
Estudio
El primer estudio sobre indicadores psicosociales en hombres femenicidas recluidos en las sedes del nuevo modelo de gestión penitenciaria, realizado por el Centro de Intervención Conductual para Hombres de la Fiscalía del Distrito Nacional y el Fondo de las Naciones Unidas (PNUD), determinó que 59 hombres guardan prisión por estos hechos.
En la gran mayoría de los casos los victimarios tienen condena definitiva, para un 37.7%; mientras que el 26,3% guarda prisión preventiva.
La investigación da cuenta de que un 15% de las mujeres caídas a manos de sus esposos durante los meses de noviembre y diciembre de 2011, fueron agredidas con armas de fuego portadas legalmente y sustentadas con una valoración psiquiátrica. Las armas blancas fueron las más utilizadas en los asesinatos, para un 46%.
Los rangos de edades más predominantes de los agresores son de 20 a 35 años, para un 39% de los casos y de 33 a 50 para un 37%.
También el estudio indica que las lesionadas aventajaban en los niveles académicos a sus verdugos. El 42 % había alcanzado el bachillerato y estudios universitarios, mientras que los homicidas solo alcanzaban niveles del bachillerato en un 33%.
Este gran flagelo que vive la sociedad dominicana deja como resultado, además de los homicidios, un gran número de niñas y niños huérfanos convirtiéndolos también en víctimas de este mal. De los casos investigados, 103 niños quedaron en la orfandad.
