Washington.- El presidente Barack Obama concluirá hoy una semana que podría pasar a la historia como la peor en eventos y resultados políticos durante el mandato del primer Ejecutivo afroamericano, en la Casa Blanca desde enero de 2009.
Cuando faltan cinco meses para las elecciones generales, seguro Obama buscará olvidar rápido los pasados siete días que aportaron datos negativos sobre el desempleo, un comentario adverso de William Clinton y amenazas de investigación en el Congreso.
Igualmente en el periodo el candidato presidencial Mitt Romney sobrepasó a la maquinaria comicial demócrata en recaudación de dinero por un monto de 16 millones de dólares, luego que los republicanos ingresaron 76 millones por 60 los del partido azul.
El jefe de Estado también fue blanco de críticas por parte del exgobernador demócrata de Pennsylvania Ed Rendell, quien señaló a Obama como un funcionario sin experiencia para otros cuatro años en la Oficina Oval porque era «simplemente un senador y la reforma de salud no ha sido un logro precisamente virtuoso», dijo.
Pero quizás el mayor golpe contra el mandatario provino de un viejo aliado: el expresidente Clinton, al aplaudir exenciones de impuestos decretadas por George W. Bush hace un lustro. Luego Clinton intentó corregir su error, pero el mal ya estaba hecho.
Desde hace meses la campaña de Obama en el sector económico ha tomado como tema central, para la táctica de ganar adeptos, los intentos de desacreditar las medidas dictadas por el líder republicano a favor de la clase alta adinerada en este país.
Para colmo a inicios de semana el Departamento de Trabajo confirmó cifras sobre desempleo que sorprendieron a muchos analistas porque la tasa nacional subió hasta 8,2 por ciento, y solo se crearon 69 mil puestos cuando la previsión era de 155 mil posiciones.
Otra mala noticia semanal para el Presidente fue que las elecciones revocatorias de Wisconsin -consideradas termómetro sobre las tendencias de noviembre- fueron ganadas por el gobernador republicano Scott Walker, quien derrotó al demócrata Tom Barrett.
Una importante federación de sindicatos -que al mismo tiempo son grandes patrocinadores de la campaña reeleccionaria pro-Obama- quería expulsar a Walker, pero fueron derrotados por amplio margen en las urnas.
Finalmente el Congreso, bajo presión sobre todo del senador republicano John McCain, se moviliza para iniciar una indagación acerca de la reciente y extraña cadena de filtraciones de secretos estatales, que al parecer ayudan al gobernante en su empeño por la reelección.
El legislador conservador por Arizona acusó a la Casa Blanca de provocar deliberadamente la fuga de datos para presentar a Obama como una figura fuerte en materia de seguridad nacional de Estados Unidos, camino a las votaciones del venidero 6 de noviembre.
Fuentes de prensa como el diario The New York Times y los sitios web Roll Call y Politico.com entre otras, publicaron en días recientes una lista donde Obama identifica a terroristas de la red Al Qaeda, un programa federal de ciberataques contra Irán, y una nueva estrategia con drones.
Incluso la senadora demócrata, Dianne Feinstein, integrante del comité de inteligencia del Senado, apuntó que el caso se veía «profundamente perturbador» y el jefe de Estado debía explicar con amplitud esta ruptura de confiabilidad en la estructura informativa gubernamental.
El presidente Obama y su antagonista electoral Romney continuaban esta semana virtualmente empatados en atracción de votantes camino a los comicios generales en Estados Unidos.
De acuerdo con una encuesta de las agencias CNN y ORC International con un margen de error de tres por ciento, 49 por ciento de los ciudadanos consultados dijo que apoyaría al mandatario demócrata en las consultas de invierno, mientras que 46 por ciento mencionó a Romney.
El mismo sondeo halló que 45 por ciento de los entrevistados cree que Obama comprende mejor la situación económica nacional, la misma cifra que respalda al exgobernador republicano en este aspecto.
Igualmente el tanteo CNN/ORC evidenció que 31 por ciento de los encuestados considera que con Romney mejorará la industria doméstica, mientras que 28 por ciento dijo que el desempleo caerá si Obama permanece en el Ejecutivo.
La próxima elección presidencial tendrá lugar el 6 de noviembre de 2012. En la misma se elegirán el próximo presidente y vicepresidente de Estados Unidos. El mismo día se elegirán 33 senadores y la totalidad de la Cámara de Representantes.