En 1861, teniendo 52 años y sin practicar ninguna religión, el republicano de Illinois, Abraham Lincoln, asumió la presidencia de lo que es hoy USA.
Cuenta la bella tradición que un dirigente de su partido vino a Washington para solicitarle un empleo. Lincoln examino al líder y al darse cuenta de que no calificaba para ninguna cosa, no le dio el empleo.
El líder no se dio por vencido y regreso a Washington para confrontar a Lincoln. Luego de muchas persecuciones logro encontrarse con el Mandatario en un acto público. Y lo confronto:
__ Quiero que sepas que si no hubiese sido por mí, hoy tu no fuera presidente.
__ ¿Es eso verdad?
__ Sí, yo te registre muchos votantes, te organice muchos comités, te lleve mucha gente a votar y te recogí mucho dinero…
Lincoln miro al líder…y le dijo:
__ Yo te perdono.
Apenas faltando menos de una semana para la celebración de las pasadas elecciones en la que fue electo con más del 51% de los votos el peledeísta Danilo Medina, un alto funcionario de la actual administración Fernández, quien entro muy pobre y ya figura entre los muy ricos de América, fue a ver a Danilo. El momento escogido fue perfecto, pues en las finales de las campañas siempre se necesita mucha plata. Fue con el conocido lenguaje de la administración Fernández, a tirársele.
__ Danilo, yo he usado el poder para aplastarte. Sé que no voy a tener puesto en tu administración, aunque si tú me perdona yo lo acepto, pero estoy resignado a no tener un puesto. Todo cuanto yo quiero es que mis intereses allí estén bien garantizados. Entonces, yo te voy a dar 60 millones hoy y te voy a someter el nombre de la persona que me sustituirá.
__ Esa es una propuesta indecente, dijo Danilo con una voz dolorida, pero autoritaria. Ahora, agrego, allí está fulano que me ha estado trabajando tus asuntos. Habla con El a ver que te dice.
El todopoderoso funcionario, recogió sus cosas, entendió que no tenía sentido ver a fulano y se marcho como perro golpeado. Ahora debe estar en su oficina quemando más papeles que caña en el ingenio.
Yo estoy poniendo mis esperanzas en el Cielo para que ilumine a Danilo y lo haga seleccionar un gabinete en base a criterios científicos, que son muy sencillos:
1- Se hace un listado de las personas que reúnen las condiciones intelectuales, de carácter y morales para acompañar al Presidente en su proyecto de nación.
2- Se somete ese listado a un Comité Depurativo y se hace una selección final.
3- Se le envía una invitación a las personas seleccionadas para que participen en la nueva administración.
Si Danilo sigue ese método del infalible sentido común, tendrá, como Lincoln, que decirles a muchas personas ¨Yo te perdono¨, pero hará por Quisqueya lo que Abraham hizo por Washington.
