Mónaco: la carrera con menos adelantamientos de la era Pirelli

Si de una cosa se ha caracterizado la Fórmula 1 desde que está Pirelli como suministrador de neumáticos es que los adelantamientos aumentaron considerablemente respecto a la época en la que estuvo Bridgestone. Pero esto es algo que no hemos vivido este fin de semana, ya que el Gran Premio de Mónaco ha sido la carrera con menos adelantamientos desde que Pirelli ha regresado a la F1.
 
Concretamente en la carrera del pasado domingo se realizaron un total de 12 adelantamientos, cifra que esta muy por debajo de los adelantamientos que hubo la temporada pasada en Mónaco, con un total de 28. Pero a pesar de esto el dato de la carrera sigue siendo mejor que la lograda en la temporada 2010 cuando se corría con los neumáticos Bridgestone, en aquella sólo hubo 4 adelantamientos.
 
Los adelantamientos son una parte fundamental dentro del espectáculo de la Fórmula 1, cuando los hay este aumenta sustancialmente, y en esta carrera no ha habido demasiados, por ello se pudieron escuchar algunas voces que decían aburrirse con la carrera de Mónaco.
 
¿Fue aburrida la carrera de Mónaco?
 
Si la carrera fue aburrida está sujeta a muchas interpretaciones y su respuesta es muy subjetiva, pero desde mi punto de vista no lo fue, aunque si es cierto que hubo una parte de la carrera en la que la acción en la pista no se centró en ganar posiciones, sino en el ritmo de un piloto, Sebastian Vettel.
 
Mientras el piloto alemán estiraba al máximo sus neumáticos blandos el resto de equipos estaba a la expectativa —y probablemente con la boca abierta— viendo hasta donde podían llegar los neumáticos del piloto de Red Bull. Si este lograba la ventaja suficiente podría adelantarles y meterse de lleno en la lucha por la victoria. No fue tanto, pero ganó dos posiciones, demostrando que su estrategia estuvo muy bien pensada.
 
Vuelta tras vuelta veíamos como sus perseguidores miraban muy de cerca la diferencia con el piloto de Red Bull a la vez que buscaban no degradar los neumáticos ya que tenían que llegar con ellos hasta el final de la carrera. Una vez entró en boxes Vettel todos se juntaron, diferencias que se ajustaron mucho más cuando aparecieron las gotas de lluvia.
 
Si a alguien le pareció la carrera de Mónaco aburrida no fue culpa de los neumáticos, ni lo fue completamente del circuito, sino más bien de los equipos, que decidieron que tenían que hacer sólo una parada y por ello sus pilotos tuvieron que cuidar al máximo los compuestos del fabricante italiano. Si algún equipo hubiese optado por meter a uno de sus pilotos a falta de 15 vueltas y poner los neumáticos superblandos hubiese tenido un ritmo más alto y probablemente esto habría obligado al resto de equipos a mover ficha. Pero esto no se dio por el pensamiento de los equipos, el cual puede que no sea completamente erróneo, ya que adelantar en Mónaco es bastante complicado por las características del trazado.

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