El pueblo dominicano cumplió con su deber de elegir al Presidente de la República de manera democrática, tal como lo estipula la Constitución dominicana. Felizmente las elecciones transcurrieron de forma pacífica, dando muestra una vez más de civismo y moralidad.
El pueblo ya hizo su parte, ahora le corresponde al electo presidente ejecutar su proyecto de gobierno, cumplir con las promesas hechas durante la campaña electoral y encaminar los destinos de la nación a un mejor puerto.
El momento de culpar a tal o cual gobierno terminó, las discrepancias deben disolverse en un apretón de manos al ganador. Llegó la hora de actuar, de que todos los dominicanos trabajemos unidos, sin importar el color, ni el partido al que se pertenezca, para juntos ser parte del éxito que brinda el esfuerzo en equipo.
Confiamos en que el nuevo Presidente sabrá desempeñar con honestidad, capacidad y sensibilidad su responsabilidad, a fin de poner su corazón en el oído de la sociedad y atender sus demandas como es deber de un mandatario.
La República Dominicana vislumbra un mejor futuro. Esta nación no espera, ni merece otra cosa. ¡Esperemos que el elegido cumpla!
