Los cien primeros días de cualquier gobierno son importantes, es la impresión que perciben los ciudadanos de los años que restan por venir, crean la percepción y el rumbo que tomará la nueva gestión y su líder. Los cincos aspirantes a ocupar esa posición en el país expresan cuáles serán sus prioridades si ganan las próximas elecciones.
En el libro Yo candidato: Propongo, prometo y me comprometo, del escritor colombiano José Díaz, los presidenciables Eduardo Estrella de Dominicanos por el Cambio (DXC); Hipólito Mejía del Partido Revolucionario Dominicano (PRD); del Frente Amplio, Julián Serulle; Max Puig, Alianza por la Democracia (APD) y Guillermo Moreno por Alianza País, indican el norte que les conducirá en esos días.
-¿Los primeros 100 días?
Eduardo Estrella: “La nación con los problemas fundamentales que tiene no cambia en 100 días de gobierno, debe trazarse el eje por donde vaya orientado fundamentalmente a mayor inversión en la educación dominicana. A encauzar el país hacia la universalización del seguro médico para que haya una cobertura total en cada dominicano y cada dominicana y que eso debe ir orientado a procurar una mayor seguridad ciudadana en la República Dominicana y que debe ir orientado también a que el dominicano se sienta que va a tener oportunidad de conseguir un empleo. Nosotros creemos en el apoyo al sector educativo nacional. Consideramos que el mayor aliado del gobierno debe ser quien produzca empleo, porque de ahí es que viene la gran oportunidad. Si usted tiene una empresa con 20 empleados, el gobierno se va a sentar con ustedes a decirle qué tú necesitas para que me dupliques el número de empleados y que sientan que tienen un gobierno amigo, más que un gobierno enemigo que solamente piensa en él para quitarle impuesto”.
Hipólito Mejía: “En los primeros cien días de cuatro año es muy poco lo que se puede hacer. Eso lo dicen los que tienen cincuenta años en el gobierno, los que han tenido veinte y los que han tenido diez. El problema no es estar cuatro, diez o veinte años. El problema es hacer las cosas que el país requiere y exige. El primer problema que hay que atacar es la educación. La segunda es la alimentación del pueblo, tercera: garantizar salud, fundamentalmente a los pobres y a las personas mayores de edad y a todo los que lo necesiten. Una exigencia obligatoria es una vivienda digna o más o menos digna. Si en el trayecto de la vida usted se topa con la necesidad y aparecen las expresiones de su cultura y de la práctica sana y recreativa del deporte, también hay que hacerlo. A mi manera de ver, esas son las prioridades de mi país”.
Guillermo Moreno: “No tengo ninguna duda que en 100 días el país conocerá lo que es un gobierno honesto, lo que es la prevención y persecución de la corrupción. Lo que significa adoptar medidas claras y precisas para mejorar la calidad de vida del dominicano, sobre todo creando oportunidades. Definiendo y comenzando a ejecutar políticas para mejorar la calidad de la educación, del acceso a la salud y desarrollando políticas para aumentar las fuentes de empleo digno y productivo, es decir que en 100 días se pueden sentar las bases que nos permitan impulsar una sociedad fundada en instituciones que empujen hacia la creación de igualdad de oportunidades y, además, que promuevan como base del desarrollo la creación de riquezas, empujando lo que es el aparato productivo nacional”.
Max Puig: “Van de la dirección de restaurar la confianza y dejar claramente establecido que la corrupción no será norma. Dejar claramente establecido que hay una voluntad de tomar medidas de carácter económico, pero sobre todo que los primeros días marquen la señal que indique el rumbo ¿Dónde están las preocupaciones? ¿Cuál va a ser el sentido del gobierno?”
Julián Serulle: “Los primeros cien días, fíjese, es más metafísico, es más lo sublime, es poder decirle a un pueblo: aquí está el programa de nación que fue elaborado con las fuerzas que intervienen en la producción nacional y con las fuerzas colaterales, comprendiendo el pensamiento, el sentimiento y comprendiendo la voluntad y la disposición de dar y de aportar por cada sector, no solo del Estado. Pero esos 100 días tienen que ir acompañados del discurso que alimente la mística, que da razón de ser a la fe perdida. Que retorne un pueblo que ha perdido la fe, un pueblo que ha perdido la credibilidad, un pueblo que lo han llevado a lo que es el no pensar, el no tener sentimientos propios hacia lo que es el no pensar, el no tener sentimientos propios hacia lo que debe de ser la gran política de creatividad, un pueblo al que lo han sumido en el analfabetismo. 100 días que deben recibir todas las centellas directas de hacerle ver la responsabilidad y la obligación de cada hombre y de cada mujer de integrarse en la transformación. Que se deje de lado el creer que todo deben de regalarlo. Hacer desaparecer que no esté la palma de la mano hacia arriba esperando la moneda que compra sino que tome conciencia que sus manos y sus dedos deben estar hacia abajo para poder mover la teclas que puedan parir los grandes libros, las grandes novelas, los cuentos, las esculturas, que sean músicos, que sean artistas, los que transformen la tierra. Manos capacitadas que puedan mover los equipos, que puedan mover las maquinarias y puedan integrarse dentro de lo que es la gran transformación de la tecnología del mundo, que puedan leer los mapas. 100 días que tienen que convertirse cada segundo en que cada quien sea un soldado para la patria, no el discurso trasnochado del clientelismo político vulgar y provocativo entonces el parasitismo. ¡No, eso no! La patria se crea con el sacrificio y el esfuerzo. Aprender eso de los asiáticos. Aprender el concepto ¿Por qué Japón pudo salir de las cenizas? ¿Por qué China con 1325 millones de habitantes ha podido levantar la dignidad y sacar más de 500 millones de hombres y mujeres de la pobreza extrema? Pero saber que hasta hace unos días hablaban sobre bicicleta, las calles llenas de lodo, dos o tres familias en la misma casa, el hombre arrastrando la carreta con una soga en la frente. Se burlaba el mundo sin saber que ellos con el sacrificio de un país que educó a su pueblo. Corea del Sur y Singapur eran tan pobres como nosotros en la década de los 60 y hoy la disciplina, la metodología han levantado la moral y la dignidad de esos pueblos. Esos pueblos han tenido líderes. Solo basta ver el ejemplo de Alemania después del año 45 como sus líderes trabajaban, sin importar la edad, hombro a hombro con los obreros para la reconstrucción del país. El presidente no es un emperador, el presidente es un hombre más que tiene que aprender a convivir con su pueblo y sus decisiones”.
Al concluir esta serie de reportaje, donde cinco de los seis aspirantes a la presidencia de la República mostraron sus opiniones y sus planes para un futuro gobierno. Este multimedios Dominicanoshoy.com culmina sin la intervención del candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Danilo Medina, ya que los múltiples esfuerzos realizados para lograr una entrevista a través de sus asesores de campaña no rindieron frutos.
