Guillén: «poco a poco voy resolviendo mis problemas»

Miami.- En el regreso de Ozzie Guillén al mando, los más estelares de los Marlins de Miami jugaron perfectamente sus roles, dando un alivio al atribulado dirigente venezolano.
 
El derecho Josh Johnson, el «As» de la rotación de abridores, lanzó siete sólidas entradas; Hanley Ramírez, principal estrella ofensiva, bateó un enorme cuadrangular cerca del jardín central por segundo juego seguido, y Heath Bell finalmente consiguió su primer salvamento para que Miami derrotara 5-2 a los Cachorros de Chicago en el Marlins Park de la Pequeña Habana.
 
Los relevistas Steve Cishek (1-0) y Rafael Dolis (0-1) recibieron las decisiones del choque, que fue dedicado a la República Dominicana por la directiva miamense.
 
«Fue un día muy especial, un día bastante fuerte, pero al final del día pudimos ganar el partido, nuestro equipo lo necesitaba», dijo Guillén, quien regresó de una suspensión de cinco partidos por elogiar al dictador cubano Fidel Castro en una entrevista.
 
Más que los Marlins, Guillén necesitaba el triunfo, que históricamente ha sido uno de los bálsamos más efectivos contra las penas y el dolor.
 
«Poco a poco voy resolviendo mis problemas, no todos, pero vamos poco a poco», dijo Guillén, quien comparó el partido de este martes con sus primeros juegos como jugador y también como manager, en las Grandes Ligas.
 
«Creo que fue más especial, por todas las cosas que pasaron en los últimos días», dijo.
 
Johnson, quien entró al encuentro con marca de 0-2 y efectividad de 8.38, limitó a los Cachorros a dos carreras y siete hits en siete episodios. El estelar derecho ponchó tres y caminó igual cantidad, al tiempo que lanzaba de strike 67 de sus 107 envíos.
 
El partido llegó empatado 2-2 a la octava entrada con el relevista quisqueyano Dolis en el montículo asignado para enfrentar a sus compatriotas José Reyes, Emilio Bonifacio y Ramírez, los tres primeros en el orden de bateo de Miami.
 
Después que Reyes se embasó por error del intermedista Darwin Barney y Bonifacio negoció su segunda transferencia de la noche (también bateó dos hits y se robó dos bases), Ramírez despachó un enorme batazo por el lado izquierdo del jardín central, justo al lado de la estrafalaria escultura que adorna el nuevo parque.
 
«Es mi mejor zona de bateo, el jardín central, mis problemas comienzan cuando comienzo a intentar halar la pelota al lado izquierdo», dijo Ramírez, quien el domingo pegó jonrón para empatar en el octavo inning y luego sencillo ganador en el undécimo.
 
«Fue bueno colaborar, para que ganáramos el partido, para nosotros y para nuestro manager. La cueva se sentía un poco vacía sin él aquí», dijo Ramírez.
 
Ramírez batea de 12-8 con dos jonrones, siete empujadas y tres anotadas en sus últimos tres partidos. En la temporada tiene promedio de .286.
 
«Hanley siendo Hanley», dijo Guillén. «Es uno de los mejores bateadores del béisbol», agregó.
 
Sobre Bell, quien había desperdiciado sus primeras dos oportunidades de salvar y tenía efectividad de 12.00 comenzando el partido, Guillén dijo que también quedó aliviado por los resultados de este martes.
 
«Sí, creo que quitarse ese peso de encima lo ayudará, cuando uno llega a un equipo diferente necesita tiempo», dijo el manager.
 
El torpedero dominicano de los Cachorros, Starlin Castro, bateó dos imparables más y subió su porcentaje de bateo a .372 en la temporada. Castro también se estafó su séptima base de la temporada, empatado con Bonifacio y Dee Gordon en el liderato de las ligas mayores.
 
«Estoy tratando de mirar adelante y enfocarme en mi verdadera responsabilidad, que es el béisbol y dirigir a los Marlins, llevar mi equipo a ganar partidos», dijo Guillén.

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