Industriales aspiran próximo gobierno propicie revolución productiva

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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La mediana y pequeña industria del país exigió este domingo al próximo Presidente que resulte electo en las elecciones presidenciales del 20 de mayo,  ejecutar una revolución productiva que tenga como norte la generación de riquezas a través de empleo decente,  las exportaciones y la repotenciación del mercado interno.
 
Así lo planteó la Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (AEIH), cuyos directivos señalaron que durante décadas ese sector ha estado a la espera de una transformación sustancial en la industria de la mano con el fortalecimiento institucional.
 
La entidad sostiene que aunque se han dado pasos importantes para dinamizar la industria, como la Ley de Innovación Industrial que creó a ProIndustria y los esfuerzos desde el Centro Nacional de Competitividad (CNC), todavía queda un largo trecho por recorrer.
 
Dicen que el sector industrial siempre ha estado abandonado a su suerte, pese a que  contribuye con un 35% al Producto Interno Bruto (PIB), aporta el 34% de los ingresos fiscales y genera el 38% de los empleos.
 
Wadi Cano Acra, presidente de la AEIH, definió como un reto inaplazable la puesta en marcha de la Mesa Presidencial de las Exportaciones, un compromiso asumido en la Cumbre de Desarrollo, que busca simplificar los trámites y la permisología para poner en operación las empresas y hacer del cumplimiento con el fisco un ejercicio menos gravoso.
 
Planteó que ningún cambio positivo es posible si no es resuelto el problema eléctrico, por lo cual sugirió continuar el proceso de mejorar a través de la erradicación definitiva de la influencia política en el sector.
 
En ese sentido sugirió proporcionar una reducción de las pérdidas técnicas y no técnicas, el cambio de la matriz de generación y la colocación de medidores a todos los usuarios.
 
Entiende que otro factor fundamental para el despegue de la manufactura local es garantizar el financiamiento a largo plazo y a tasas de interés razonables, por lo cual favoreció una reforma estructural en las entidades estales especializadas en créditos, que implique la unificación de las políticas de préstamos al sector productivo del Banco de Reservas, el BNV y el Banco Agrícola, entre otros.