Misión por una maternidad y niñez plenas

Caracas.- Cuando el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, creó en diciembre de 2009 la Misión Niño Jesús, programa social dirigido a la atención de embarazadas y niños en sus primeros años, el carácter humanista del proceso de cambios en este país mostró otra de sus aristas.
 
En solo dos años de su puesta en marcha, la mortalidad infantil se redujo de 25 fallecidos por cada mil nacidos, a 13.
 
Como parte de la misión, y que sin dudas contribuyeron a este logro, fueron fortalecidos los servicios hospitalarios y de terapia intensiva obstétrica y neonatal; se instalaron 17 casas de abrigo para atender a las embarazadas en los estados Aragua, Barinas, Distrito Capital, Guárico, Falcón, Lara y Mérida.
 
El gobierno venezolano prevé que cada región del país tenga su propio espacio.
 
También hubo mejoras en las infraestructuras de los diferentes centros de salud a nivel nacional, con la entrega de insumos y equipos médicos, se optimizaron los controles prenatales y se amplió la educación a las gestantes.
 
La primera instalación creada en el contexto de este programa social fue la Unidad de Terapia Intensiva Neonatal en el Hospital Eugenio Pérez D’Bellard, en Guatire, Miranda.  Una de las metas del gobierno venezolano era garantizar que las embarazadas tuvieran un parto digno y en condiciones adecuadas.
 
Al inaugurar esta misión, el presidente Chávez  explicó que no sólo iba a velar por los partos más humanos y seguros, sino por el establecimiento de centros o casas de abrigos que brindaran atención prenatal a las mujeres encinta de todo el territorio venezolano.
 
La primera fase de la misión Niño Jesús contó con un presupuesto de 324 millones de bolívares (75,3 millones de dólares) para inversiones en hospitales, equipos y pago de personal.
 
Durante esa etapa, pudieron remodelarse salas de parto, quirófanos, unidades de terapia intensiva neonatal y salas de ingreso en 10 hospitales y 50 ambulatorios rurales y clínicas populares, todo eso con un costo adicional de 94 millones de bolívares (unos 21 millones de dólares).
 
La celebración del primer aniversario de la Misión Niño Jesús contó con la presencia del jefe de Estado de Venezuela, y la fecha fue propicia para reinaugurar otro hospital materno infantil en el estado Vargas.
 
El gobernante también entregó ese día vehículos para el traslado de las embarazadas para los casos de urgencia, como parte de este programa inclusivo que redunda en atención médica integral para todas las parturientas que acudan al Sistema Público Nacional de Salud.
 
Los dos años de ese proyecto fueron celebrados el pasado 25 de diciembre junto con el lanzamiento de una nueva misión llamada Hijos de mi Pueblo, que promueve un sistema de seguridad social a través de la ayuda financiera para adolescentes y mujeres embarazadas, hijos de hasta 17 años e hijos con discapacidad sin límite de edad.
 
La nueva iniciativa presentada, a fines de noviembre último, complementa a Niño Jesús y otros proyectos destinados a mejorar la calidad de vida de la población venezolana.
 
Venezuela cuenta con 10 mil 938 centros de atención prenatal y nueve maternidades que han sido remodeladas en su totalidad para prestar servicios de calidad a todas las mujeres embarazadas que acuden al Sistema Público Nacional de Salud.
 
La ministra de Salud, Eugenia Sader, explicó que «para el control prenatal, la madre y su hijo disponen cada uno de la tarjeta, a través de la cual se lleva el control de las vacunas».
Destacó que tres millones 257 mil actividades educativas han impartido para las mujeres embarazadas requeridas de orientación antes, durante y después del parto.
 
El pasado año, en las 17 casas de abrigo fueron atendidas mil 213 madres, comentó Sader.
Esta misión forma parte de las acciones  del gobierno encabezado por Chávez para erradicar la pobreza en el país y garantizar una vida plena a todos sus habitantes.
 
Según el propio mandatario, en Venezuela hay dos millones 571 mil 570 personas que aún viven bajo esa condición, que representan el siete por ciento de la población del país.
 
En el año 1998, cuando Chávez ganó las elecciones presidenciales, la pobreza rondaba el 56 por ciento y en 2010 llegó al 26,8 por ciento. La pobreza extrema que era de 21 se redujo en un 66,6 por ciento en ese período, de acuerdo con datos ofrecidos por el gobernante.
 
«Quiero acelerar las luchas contra las desigualdades, esa es una condición necesaria para que podamos decir que estamos transitando hacia el socialismo. Venezuela es el país menos desigual del continente», subrayó Chávez.

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