El día de hoy se cumple un año del inicio de las movilizaciones pro-reformas en Baréin. En este marco, los opositores al régimen comenzaron desde el lunes una jornada de violentas protestas a lo largo de todo el emirato. Dada la grave situación que vive el país, la realización o no de una carrera de Fórmula 1 ahí debería ser un detalle insignificante, pero dada la visibilidad (y potencial uso político) del evento, tanto al interior del emirato como fuera de este, el Gran Premio de Baréin es todo un tema.
Hasta el momento, tanto la FIA como Bernie Ecclestone han mantenido su posición de llevar a cabo la prueba y aseguran contar con el respaldo de los equipos para ello, aunque otras fuentes señalan que este apoyo podría estar comenzando a flaquear. Así lo reporta Paul Weaver, corresponsal de Fórmula 1 para The Guardian, quien señala que, a pesar de que la posición oficial de los equipos sigue estando en el sentido de que atenderán a lo que decidan los dueños de los derechos comerciales, lo cierto es que durante las pruebas en Jerez de la Frontera se comenzó a filtrar en conversaciones en corto la preocupación por asistir al emirato en las circunstancias actuales. Incluso se ha comenzado a manejar la posibilidad de que una edición de emergencia del Gran Premio de Turquía sustituya a la cita en Baréin.
Las opiniones sobre la pertinencia de realizar la carrera también han venido desde el ámbito político. Como les informábamos el jueves pasado, ocho miembros de la cámara de los Lores habían publicado una carta abierta en el diario británico The Times en la que urgían a la FIA a cancelar el evento.
Como respuesta a esta petición, otro grupo de legisladores publica hoy en el mismo diario, una carta abierta sobre el mismo tema, pero en sentido contrario:
Aquellos que quieran que Baréin continúe en la ruta hacia una reforma genuina, no ayudarían a la causa cancelando el Gran Premio de este año. De hecho, con seguridad la presencia de miles de visitantes y periodistas occidentales antes y durante el evento serviría como un incentivo adicional a las autoridades en Baréin para mostrar a la comunidad internacional su sinceridad con la causa de la reforma.
Independientemente de la distintas opiniones (y de sus motivaciones), lo concreto es que en estos momentos nadie puede asegurar que la carrera, programada para el 22 de abril, se vaya a realizar.
