Madrid.-El Tribunal Supremo (TS) de España archivó una de las tres causas abiertas contra el juez Baltasar Garzón, cuatro días después de condenarlo a 11 años de inhabilitación.
El TS decidió este lunes cerrar el proceso seguido al conocido magistrado sobre unos supuestos pagos que recibió de varias empresas, por unos cursos impartidos en la Universidad de Nueva York, en 2005 y 2006.
Manuel Marchena, juez instructor del caso, estimó prescrito el delito de cohecho impropio que se le imputaba a Garzón, al haber transcurrido más de tres años desde que se produjeron los hechos y la presentación de la querella.
La Fiscalía del Supremo consideraba que el patrocinio de esos cursos no fue constitutivo de delito alguno y, por tanto, tampoco del cohecho impropio que Marchena le atribuyó en su auto del 26 de enero.
Esta decisión trasciende luego de que el pasado jueves el alto tribunal decidió expulsar de la carrera judicial al célebre y controvertido magistrado de la Audiencia Nacional.
En su veredicto, el TS lo acusó de los delitos de prevaricación y contra las garantías constitucionales, al ordenar interceptar las llamadas telefónicas mantenidas desde la prisión entre los principales imputados en la sonada red de corrupción Gürtel y sus abogados.
Esa trama corrupta implicó a principios de 2009 a altos cargos del conservador Partido Popular, ahora en el poder.
Apartado de sus funciones desde 2010, el mediático juez aguarda el fallo de un segundo proceso que se sigue en su contra, relativo a su indagación sobre los más de 100 mil desaparecidos durante la Guerra Civil (1936-1939) y la dictadura de Francisco Franco (1939-1975).
A juicio de la parte acusatoria, dos organizaciones ultraderechistas, Garzón abrió unas diligencias contra personas fallecidas, entre ellas Franco, sobre delitos que prescribieron o fueron amparados por la Ley de Amnistía de 1977.
Garzón, quien ganó notoriedad por sus intentos de procesar al exdictador chileno Augusto Pinochet, considera dichas desapariciones forzosas como delitos de carácter imprescriptible, en el marco de crímenes contra la humanidad.
Miles de personas se concentraron este domingo frente a la sede del TS para expresar su solidaridad con el juez.
Para el poeta Marcos Ana, el fallo judicial por las escuchas es una injusticia cometida contra Garzón, con la intención de darle un escarmiento para que nadie pueda seguir su camino de denunciar los crímenes del régimen de Franco.
El pasado está en los entresijos del Estado y en los engranajes de la judicatura, porque la transición no cambió absolutamente nada, indicó Ana, que pasó 23 años en la cárcel y estuvo condenado a muerte durante el franquismo.
