El presidente de Perú, Ollanta Humala, cuenta con una aprobación mayoritaria, principalmente por sus programas sociales, mientras la minoría que lo desaprueba le reprocha el incumplimiento de sus promesas.
Así lo indican los resultados, difundidos hoy, de una encuesta de la empresa privada CPI, que le asigna 54,5 por ciento de aprobación y 29,9 por ciento de desaprobación a nivel nacional.
El aval ciudadano al desempeño del mandatario declinó respecto a una medición similar de noviembre pasado, que lo situaba en 54.5 por ciento, aunque el director de CPI, Manuel Saavedra, considera que la tendencia es ascendente.
El empresario apuntó que Humala tiene mejor posición, a seis meses de asumir el cargo, que sus antecesores Alan García (2006-11) y Alejandro Toledo (2001-06), con un tiempo similar de administración.
Al cumplir un semestre en funciones, García tenía una aprobación de 45,3 por ciento, igeramente menor que su desaprobación (45,6), y Toledo había caído a 30,6, con una superior de casi el doble (62,4).
El principal motivo de la aprobación de Humala, según el sondeo, es el desarrollo de programas sociales (28,4 por ciento), el aumento al sueldo mínimo (13,4), la estabilidad económica (10,7) y el apoyo a los más necesitados (10,2).
Entre los defectos que atribuyen al mandatario quienes lo desaprueban, el primero es que no cumple sus promesas (17,1), y siguen la creencia de que hay corrupción en el entorno del gobierno o esta no es compartida (13,9) y no ha cumplido la promesa electoral de bajar el precio del gas doméstico (10,7).
De otro lado, la encuesta de CPI consigna una caída de la aprobación del Congreso de la República, que tiene solo 24,5 por ciento, y del Poder Judicial, que alcanza a 21,5 por ciento.
Como en otras encuestas, resalta el nivel de aprobación de Nadine Heredia, esposa del presidente Humala y quien tiene 59,4 por ciento de aval ciudadano.
Por otra parte, es abrumadoramente mayoritaria la percepción de que no hay cambios significativos en la economía bajo el gobierno de Humala, pues 71,4 por ciento cree que la situación económica del país se mantiene igual y 74,4 por ciento piensa lo mismo de la situación de los hogares.
