Madrid.- El estado mexicano de Morelos promociona estos días en la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur) la «Ruta de los Conventos», un recorrido por once edificios religiosos del siglo XVI, que ha recibido el premio al Mejor Producto de Turismo Activo 2012.
Construidos por los religiosos franciscanos, agustinos y dominicos que acompañaron a los españoles a su llegada a México, los monasterios fueron reconocidos en 1994 por la UNESCO como Patrimonio Mundial de la Humanidad por su alto valor histórico y arquitectónico.
El secretario de Turismo de Morelos, Hugo Salgado Castañeda, explicó a Efe que, a pesar de que en el estado existen 28 conventos, sólo los once que forman parte de la ruta han sido restaurados para recuperar «toda la belleza que poseen».
«El gobernador, Marco Antonio Adame, ha querido dedicarlos al turismo cultural, y para ello ha realizado una fuerte inversión», añadió.
Salgado Castañeda señaló que los trabajos de rehabilitación se han centrado en los frescos y murales, pero también en la creación de pequeños museos de arte popular y sacro en la mayoría de ellos, así como pequeños espacios antropológicos.
Algo que caracteriza a los monasterios que recorre la ruta es que se encuentran ubicados en las faldas de los volcanes, pero en zonas elevadas «al igual que el Palacio de Hernán Cortés».
«Por eso tenemos fundadas sospechas de que varios de ellos están construidos sobre pirámides, seguramente para marcar el paso de una cultura a otra», indicó el secretario de Turismo.
Respetar la belleza arquitectónica de los edificios, ponerlos en valor, y rodearlos de actividades para conseguir un verdadero producto turístico es el objetivo de este estado mexicano que goza de «un clima excepcional» durante todo el año y que está «muy bien comunicado».
«Tenemos una temperatura ambiente de entre 22 y 26 grados, por eso se nos conoce como ‘la primavera de México», dijo Salgado Castañeda.
Con la «Ruta de los conventos» el Estado de Morelos ha buscado, según su secretario de Turismo, «respetar lo auténtico y evitar lo máximo la transculturalización».
«México estaba a la espera de que no solamente se ofertara sol y playa, sino también un turismo cultural, y nosotros le estamos apostando con fuerza», puntualizó.
Salgado Castañeda hizo hincapié en que el recorrido por los monasterios es también una oportunidad para el viajero de conocer el folclor, los colores, los olores y los sabores de la zona, en especial el de la cecina de Yecapixtla, el plato estrella de Morelos.
El estado mexicano alberga también más de mil zonas arqueológicas y en algunos de sus pueblos los chamanes siguen realizando trabajos de limpieza como medicina alternativa.
«Además, tenemos el programa ‘Tesoros de Morelos’, con hoteles boutique y todos los servicios propios del área del lujo, como los spa, algunos de los cuales retroceden a lo ancestral porque estamos rodeados de temascales», concluyó Salgado Castañeda. EFE