Francamente tengo la impresión de que el tiempo ha transcurrido demasiado rápido, puesto que me parece que fue ayer cuando Lewis Hamilton impresionó a todos en su primer año en la Fórmula 1 en 2007. La realidad es que este año el piloto inglés afrontará su sexta temporada en la categoría reina y sobre los mismos colores con los que brindó sus primeros kilómetros en el panorama de competición internacional. En sus cinco años como piloto oficial de la escudería McLaren, Hamilton consiguió los mejores resultados en sus primeros dos años.
En las tres últimas temporadas ha tenido que conformarse con un cuarto y dos quintos puestos en la general, unos resultados que no exteriorizan sus ambiciones y que corroboran que la escudería de Woking tampoco ha estado en su mejor momento. No tenemos ninguna duda sobre el inmenso talento del piloto inglés, sin embargo, su distinguido carácter le ha ocasionado diferentes problemas a lo largo de su carrera y la pasada temporada no estuvo exenta de diversos problemas personales. Su orgullo y su estatus temperamental le ha abrigado a la hora de defenderse dentro de las grandes dificultades del gran circo durante todos estos años, sin embargo, cuando las cosas no funcionan correctamente a su alrededor le afectan muy directamente, prueba de ello es la decepcionante temporada pasada.
En 2011 nos encontramos a un Hamilton que iba desinflándose con el paso de los Grandes Premios, compartiendo infortunios en las carreras con problemas personales fuera de los circuitos. Nunca antes había observado en Lewis Hamilton una imagen tan pesimista y triste, con la mirada perdida y sin tener “la conciencia amarrada en su sitio”. A pesar de este gran bache, el ex campeón del mundo tiene la suerte de estar completamente arropado por su escudería y esta es la razón por la cual el británico desconecta del exterior a la hora de introducirse en el monoplaza.
El objetivo del piloto inglés ha sido dedicar sus vacaciones exclusivamente a no pensar, en abandonar la rutina y en centrarse en lo que realmente le concierne. Creo que si las cosas van bien y en Woking consiguen darle el toque de gracia al nuevo MP4-27, podremos ver de nuevo a Lewis Hamilton intentando monopolizar los laureles del primer cajón del podio. Mientras la pretemporada se acerca los pilotos ultiman su periodo de descanso realizando diferentes actividades y entrenamientos, en el caso del piloto inglés este se ha desplazado todo el mes de enero a EEUU para disfrutar de sus vacaciones y compaginar el ocio con mucho ejercicio físico en las Montañas Rocosas junto a sus esquíes.
En McLaren están orgullosos de que el joven británico este consiguiendo sobreponerse y guardan con la ilusión el hecho de que pronto pueda regresar más motivado que nunca y con la moral como enfoque principal de la armonía principal del equipo.
Hablamos con él todas las semanas. Se encuentra entrenando muy duro este invierno y en un lugar ideal, haciendo las cosas que hay que hacer. Lo que tiene que hacer es encontrarse a sí mismo en el coche. Sólo tiene que probarse a sí mismo, él es su mayor crítico. Él se exige mucho a sí mismo y en el equipo estamos aquí para apoyarle. Es un negocio duro.
Explicaba Jonathan Neale (director de la escudería) recientemente en la BCC. Lewis Hamilton volverá a la acción los días 9 y 10 de febrero en el circuito de Jerez, escenario que acogerá la primera cita de entrenamientos de la pretemporada.
