El administrador del Banco Agrícola, ingeniero Paíno Abreu Collado, advirtió que si la institución no logra una fuente de fondos permanente y eficaz se registraría un estancamiento de las inversiones y de la creación de nuevos empleos en la zona rural, lo que, a su juicio, impactaría en forma negativa en el Producto Interno Bruto Agropecuario.
Expresó que no obstante la cartera crediticia del Banco Agrícola en el campo en la actualidad registra un monto de RD$7,307.2 millones, se queda corta frente a la demanda anual del sector que supera los RD$38,000 millones.
Estimó que la única fuente de recursos baratos y de ley a la vista en estos momentos es la reforma a la Ley 4314 de alquileres, cuyo proyecto fue sometido por el Poder Ejecutivo al Senado el 18 de enero de 2010, sin que hasta ahora se haya definido su situación.
Dijo que no se explica la indolencia del Senado ante una oportunidad como la que tiene en sus manos para solucionar un problema de carácter estructural como lo es el financiamiento agropecuario, con el cual se aumenta el empleo y el ingreso en el campo, se incrementa la competitividad de nuestros productores, se expanden las exportaciones de bienes y la generación de divisas, y al mismo tiempo se abarata la comida del pueblo.
Insistió que el financiamiento en el campo descansa fundamentalmente en el Banco Agrícola, situación que persistirá hasta que no se capitalice al Bagrícola, manejado con los criterios actuales, y se creen las condiciones que garanticen la participación de la banca privada, comenzando con la instalación de un banco agropecuario de segundo piso, estableciendo el fondo nacional de garantía para el financiamiento en el campo y la ampliación del seguro agropecuario, entre otros incentivos.
Abreu Collado sostuvo que los sectores sensatos del país deben tomar conciencia sobre la realidad de la agropecuaria de hoy en día y cuál sería su futuro si se mejora la situación del financiamiento.
Reveló que durante el año 2011 el Bagrícola desembolsó préstamos a productores agropecuarios por un monto de RD$6,489.1 millones de pesos, para una ejecución de 101.64 por ciento con relación a lo proyectado para el período, que fue de RD$6,384.6 millones. Sin embargo, es menor en un 5.8 por ciento con respecto al 2010, en tanto, en ese año registró una reducción de 3.9 en comparación con el 2009, en cuyo período cayó en 12.6 por ciento en comparación con el 2008, que fue el año de mayor financiamiento histórico en el campo.
Atribuyó esa situación al pago de capital e intereses que la institución ha venido haciendo al Banco de Reservas por concepto del préstamo de RD$2,000.0 millones que le concedió al Bagrícola para auxiliar a los productores que fueron afectados por las tormentas Noel y Olga en noviembre de 2007.
Afirmó que la solidez es una realidad en la institución, lo que, dijo, está demostrado por el comportamiento positivo de las diferentes variables que maneja el Banco Agrícola, pero que es necesario que tenga fuentes de recursos financieros frescos, permanentes, y baratos, para ampliar y continuar atendiendo la demanda de financiamiento en el campo.
Explicó que en el año recién finalizado se recuperaron préstamos por la suma de RD$6,635.0 millones, lo que significa una ejecución de un 94.6 por ciento con respecto a lo programado, que fue de RD$7,013.4 millones, lo que es un indicativo del manejo eficiente de la institución.
Abreu Collado precisó que el desarrollo de la agropecuaria caminará con el Banco Agrícola, porque prácticamente es la única institución del sistema financiero que presta para la producción de alimentos. Observó que los recursos prestados en el 2011 fueron dirigidos, especialmente, a la producción de arroz, papa, yuca, batata, habichuelas, ajo, cebolla, hortalizas, invernaderos, yautía, ñame, guineo, plátano, tomate y auyama, así como al fomento y la crianza de pollo, ganado, cerdo y a la producción de huevo y leche. “Aunque el Banco Agrícola ha mejorado su capacidad de financiamiento en los últimos siete años, está muy lejos de disponer de fondos suficientes para impulsar el desarrollo agropecuario de la República Dominicana”, indicó.