Si el movimiento sísmico de 5.3 grados en la escala de Ritcher que afectó el país este jueves hubiese sobrepasado los 6 grados, habría provocado una catástrofe de imprevisibles consecuencias en edificaciones cuyas especificaciones técnicas datan de 30 años y en las construcciones ilegales, consideró el presidente del Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA).
El ingeniero Domingo Tavera explicó que este fenómeno telúrico debe servir de advertencia para que los ciudadanos, al decidir construir sus viviendas se asesoren previamente con profesionales de la ingeniería y la arquitectura.
Manifestó que un fenómeno de magnitud fuerte, frente a estructuras débiles, causaría graves daños, por lo que es necesaria la supervisión continua de las obras por expertos calificados y especialistas en la materia del Ministerio de Obras Públicas y de los Ayuntamientos.
No obstante, aclaró que estas instituciones carecen de personal y vehículos suficientes para supervisar las construcciones, algo que a su juicio constituye un problema que debe ser solucionado con prontitud.
