Con salas ambientadas a las épocas que rememoran, con pantallas imperativas, robot y holograma, el Museo Memorial de la Resistencia conduce al público por el tren de la historia dominicana, de una manera moderna interactiva y diferente.
“El museo abrió sus puertas el 20 de mayo del 2011 y desde entonces ha recibido miles de visitantes. Un equipo de DominicanosHoy.com se trasladó hasta la sede para conocer un poco más de la novedosa propuesta. Su directora, Luisa de Peña Díaz, dijo que el tranvía del recuerdo empieza con una explicación de lo que es un dictador, un tirano un sátrapa y los tipos de dictadura que existieron en República Dominicana”.
-¿Cómo surge la idea de crear el museo?
“Nace 1995, como un pedido familiar de mi abuela y su prima doña Ángela Ricart, madre del expedicionario Tony Mota Ricart. Al principio era sólo para los expedicionarios, luego pasó a ser Museo Memorial; seguido por Museo de la Resistencia, para finalmente convertirse en Museo Memorial de la Resistencia”.
-¿Cuál es el principal objetivo de que exista un museo de esta índole?
“Su principal objetivo es educar con la memoria, sobre la conciencia democrática, el valor y el respeto de los derechos humanos. Este museo tiene un enfoque diferente al resto de los demás que sólo se enfocan en las víctimas; nosotros narramos la historia a través de la resistencia. No queremos que el visitante se sienta abatido, si no orgulloso y esperanzado.
-¿Cuáles son las principales historias que reflejan en sus salas?
“Inicia con los mitos de la era del sátrapa Rafael Leónidas Trujillo Molina, seguido por una cronología de los antecedentes de la tiranía; la creación del Ejército y la Policía Nacional; pasando a la segunda era de la dictadura y el gran exilio que empezó a hacer resistencia con las expediciones de Cayo Confite, Luperón y finalmente las de Constanza, Maimón y Estero Hondo.
“Luego todos los movimientos de resistencia de los años 40, y la Juventud Democrática; la fundación del Partido Democrático Revolucionario Dominicano; el Movimiento Obrero; los campos de exterminio: El sisal en Azua y el campo de exterminio del arroz en Nagua; caso Galíndez y los asilamientos de la década de los 50; el caso de las hermanas Mirabal y el ajusticiamiento de Trujillo.
“Después continúa el período del gobierno de Juan Bosch, seguido por el golpe de estado que se produjo en su contra y la guerrilla de Manolo Tavares Justo; el contragolpe; la Revolución de Abril con la Batalla del Puente Duarte; la dictadura constitucional de los 12 años de Balaguer y finalmente un panel dedicado a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD)”.
-¿Qué tipo de actividades dirigidas al público realizan?
“Entre las actividades fijas tenemos: el primer martes de cada mes la tertulia de la resistencia; miércoles, película relacionadas con políticas, derechos humanos, entre otras; jueves, de patria en el corazón, donde se presentan artistas y el cuarto viernes, la pieza del mes. Esas son las cuatros actividades fijas del museo, pero también contamos con puestas en circulación de libros, conferencias, entre otros”.
-¿Qué papel juega el museo con este nuevo resurgir de la literatura Trujillista?
“El poder expresarte es parte de la democracia, pero siempre y cuando no lo utilicen para tergiversar la verdad, ni para difamar. Sólo en la publicación de un libro nos opusimos y fue al de Angelita Trujillo, porque no vamos a consentir que ninguna persona beneficiaria del régimen se permita difamar a los héroes y heroínas del país”.
-¿Qué propósito se persigue con el Museo Memorial de la Resistencia?
“Principalmente educar, concientizar y contribuir con el fortalecimiento de un ciudadano responsable y consciente de sus derechos y deberes. Que este claro de lo que es o no una democracia y sobre esa base escoger por sí mismo lo que quiere”.
