Tren nuclear rueda hacia Alemania, pese a protestas ecologistas

París.- Un tren con desechos nucleares viaja hoy de Francia a Alemania, luego de una demora de varias horas por las manifestaciones de protesta de grupos ecologistas opuestos al traslado del material radiactivo.

La víspera grupos de personas fueron dispersadas por la policía con gas lacrimógeno cuando intentaban bloquear las vías férreas en la localidad de Valognes.

Un comunicado emitido por la red Salir de lo Nuclear señaló que a partir de la estación de Rémilly hay varios trayectos previstos por el sistema ferroviario francés para evadir a los grupos defensores del medio ambiente.

El convoy transporta de regreso a Alemania un cargamento de desechos de combustible atómico que fueron tratados en la planta de Valognes, en la región de Baja Normandía.

Dicho material contiene un porcentaje de plutonio, un elemento muy peligroso porque demora millones de años en degradarse y durante todo ese tiempo libera radiaciones.

El plutonio no existe en estado natural, pero surge durante la fisión nuclear.

Las agrupaciones ecologistas señalan que un derrame accidental de la carga causaría un desastre de graves consecuencias, sobre todo porque el tren utilizará las mismas vías del transporte de pasajeros y mercancías en su recorrido de dos mil kilómetros hacia Alemania.

Tras la catástrofe de la planta de Fukushima, en Japón, dañada por un terremoto y el posterior tsunami, el tema del uso de la energía nuclear para generar electricidad se convirtió en polémico en Europa.

Los críticos de esta tecnología señalan que si bien es barata y durante el proceso no se emiten hacia la atmósfera gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, los desechos del combustible utilizado son de un alto riesgo.

En la actualidad no existe un mecanismo efectivo para eliminarlos por completo, por lo que son tratados para rebajar lo más posible su carga contaminante y luego depositados en contenedores donde permanecen indefinidamente.

Una de las principales plantas de tratamiento pertenece al consorcio francés Areva y está ubicada en el pequeño poblado de Valognes.

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