Durante muchos años, el Mercedes-Benz SL fue el único deportivo en la gama de modelos del fabricante alemán. Era otra época, claro está, y tanto sus rivales como lo que los clientes le pedían a la marca de la estrella era muy diferente de lo que sucede hoy en día. Solo hace falta fijarnos en la última entrega de una saga que se remonta al mítico 300 SL de 1954 para darnos cuenta que algo falla en el Mercedes-Benz SL actual: con un peso que roza las dos toneladas (¡2.045 kilos en el caso del SL600!), de deportivo tiene más bien poco. Y ésto, obviamente, es algo que los técnicos del fabricante alemán quieren mejorar de forma rotunda de cara a la próxima generación que están a punto de presentar.
Eso es, de hecho, lo que contaron ayer mismo a un reducido grupo de periodistas en una sesión de puertas abiertas que realizaron en el Advanced Design Studio de Carslbad – un topónimo muy germánico, a pesar de estar situado en California. El objetivo no es otro que volver a los orígenes, inspirándose en el Mercedes-Benz 300 SL de 1954 para ofrecer un deportivo que verdaderamente haga honor a sus siglas SL, las cuales hacen referencia a Sport Light. Con ese objetivo en mente, los ingenieros han desarrollado un chasis compuesto en un 90% por aluminio. Las únicas partes que no lo son corresponden al techo y a los pilares A, realizadas en acero de alta resistencia para proteger mejor a los ocupantes en caso de vuelco.
El resultado es un chasis que pesa 110 kilos menos que la generación saliente, reduciendo el peso del conjunto hasta los 1.769 kilos, 140 kilos menos que el actual SL. No son los 1.093 kilos del 300 SL original, pero no está nada mal. Gracias al uso de las últimas tecnologías en cuanto a métodos de producción se refiere, la rigidez torsional se ha conseguido mejorar en un 20%, una cifra verdaderamente importante cuando hablamos de descapotables. No obstante, donde más se va a notar la dieta de adelgazamiento a la que ha sido sometido el biplaza alemán es en el consumo de carburante, rebajando los registros actuales en un 30%.
Mercedes-Benz no ha querido entrar en detalles acerca de qué propulsores equipará el futuro descapotable de Stuttgart. Datos sobre las prestaciones o los niveles de emisiones y consumos también siguen siendo una incógnita. No obstante, lo que sí sabemos es que la próxima generación del SL contará con la tecnología Magic Sky Control introducida previamente en el SLK. Ésta permite regular la cantidad de luz que entra en el habitáculo haciendo que el techo sea más o menos opaco en función de las necesidades de cada momento.
Otro de los sistemas que equipará la próxima generación del SL es el Magic Vision Control, un sistema relacionado con las escobillas del parabrisas – por extraño que eso pueda parecer. Mucho menos importante que otros sistemas que a buen seguro equipará el descapotable alemán, el Magic Vision Control se encargará de repartir el líquido del limpia-parabrisas de forma uniforme, evitando de paso que se pueda colar en el interior del habitáculo. Sinceramente, es la primera vez que leo algo parecido… aunque si Mercedes-Benz se ha fijado en él es porque alguien se habrá quejado.
Si todo va según lo previsto, el nuevo Mercedes-Benz SL verá la luz en el próximo salón de Detroit, el cual abrirá sus puertas a mediados de Enero. Es de esperar que poco antes el fabricante alemán publique todos los detalles técnicos que nos faltan por saber, como puedan ser el equipamiento, las prestaciones, la gama de motores que se ofrecerá o las ganancias en términos de eficiencia que esta dieta de adelgazamiento ha significado para el descapotable alemán.
