Unión Europea compelida a cruciales decisiones

Bruselas.- Con una agenda pendiente de resoluciones y reuniones truncas, la cumbre extraordinaria de la Unión Europea (UE) asoma hoy como una cita decisoria ante la urgencia de acciones mancomunadas para minimizar los impactos sobre la estabilidad financiera.

El fracaso por la falta de acuerdos y las discrepancias marcaron los encuentros celebrados hasta ahora a nivel del Consejo Europeo y el Eurogrupo, integrado por 17 países de la zona euro.

La  convocatoria precisamente de esta cimera a 72 horas de la anterior y, en paralelo, otra de la Eurozona obedeció a reiterados desencuentros entre los líderes influyentes del club de los Veintisiete como Alemania y Francia. Tal fue tónica de la cumbre semestral del domingo último.

Los problemas económicos y la crisis con la deuda soberana que afectan a algunos socios apremian unanimidad y resoluciones para aliviar las tensiones financieras y evitar un descalabro del euro, la moneda común de 17 estados de la UE.

A escasas horas del inicio este miércoles del Consejo Europeo todavía en los pasillos de la sede comunitaria domina el escepticismo.

Fuentes diplomáticas anticiparon la probabilidad de otra cita de Jefes de Estado y de Gobiernos, pues hasta ahora no hay nada definido en temas cruciales como la reestructuración de la deuda griega y el reforzamiento del fondo europeo de rescate.

Necesitamos al menos un acuerdo político en  los principales asuntos sobre la mesa, subrayó el portavoz de la Comisión Europea, Oliver Bailly, en un reflejo de los ánimos dominantes, luego de suspenderse las reuniones previstas entre los titulares de Finanzas de la Eurozona y de Economía (Ecofin).

Está claro que de lograrse un consenso entre los líderes su alcance será apenas político, aunque sin duda tendería puentes para acciones concretas de la Comisión Europea (el órgano ejecutivo de la UE), del Banco Central Europeo y el Ecofin.

Se trata de una serie de ajustes o reformas al Tratado de Lisboa -que entró en vigor el 1 de diciembre de 2009- de manera que las estructuras comunitarias tengan luz verde para maniobrar sin las ataduras por cuestiones de soberanía, como reclaman algunos miembros del bloque.

Al aprovechar un debate en el parlamento alemán para un respaldo al Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF), la canciller Angela Merkel llamó a convertir a Europa en una unión de estabilidad.

En su opinión, cuando se garantice la estabilidad  «se habrá entendido la dimensión política de la crisis», de lo contrario fracasaremos, remarcó.

Merkel aseguró que Alemania -la locomotora económica de la UE- puede ayudar a Europa y tiene la responsabilidad de hacerlo, pero aclaró que no es el ombligo del mundo.

Si el euro fracasa, Alemania y Europa fracasarán, advirtió la gobernante horas antes de partir a Bruselas, al catalogar la situación actual como la peor desde la Segunda Guerra Mundial.

La posición de Berlín es que los bancos hagan una gran contribución al rescate financiero de Grecia  y que se amplíe el FEEF (ahora en  440 mil millones de euros) como un «apaga fuegos» del contagio en la Eurozona, en previsión de desastres financieros en Italia y España, por ejemplo.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, dijo que llegó el momento de acabar con las incertidumbres. La Eurozona trabaja en soluciones sólidas y convincentes, aseguró, en alusión al plan anticrisis que debe presentar este miércoles el Eurogrupo.

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