Adrian Newey, preocupado por la seguridad en el automovilismo

El director técnico de la escudería Red Bull, Adrian Newey, ha admitido que la muerte del piloto británico Dan Wheldon en la última prueba de la IndyCar le ha preocupado seriamente. Tras haber conquistado el mundial de pilotos y de constructores con Red Bull gracias a una temporada soberbia, el ingeniero técnico de la escudería de Milton Keynes ha asimilado junto con el resto de los compañeros de oficio la última pérdida humana en un evento de competición.

Newey está muy familiarizado con la IndyCar porque gracias a esta disciplina pudo avanzar en su carrera profesional, en esta competición jugó un papel fundamental en los años 80 como diseñador. El que es hasta el momento uno de los ingenieros más representativos en la historia del automovilismo, ha admitido que la seguridad en la IndyCar no ha cambiado mucho en los últimos años.

Hay que destacar que Adrian Newey tuvo que lidiar con el fatal desenlace en el 1994 cuando Ayrton Senna perdió la vida sobre un monoplaza que el mismo había diseñado.

Ciertamente, en mi caso, que me he encargado del diseño de un coche donde el piloto perdió la vida, no sería algo malo si usted ponía en duda lo que estaba haciendo en ese momento. En los cuatro años que trabajé en la IndyCar tuve la suerte de que no hubo ningún accidente trágico o que nadie resultara gravemente herido.

Pero fundamentalmente, si estás en una carrera alrededor de un óvalo con muros de hormigón y un montón de coches que van a velocidades extremas y muy próximos entre sí, esto supone una receta donde se pueden acontecer grandes accidentes, particularmente en disciplinas de open-wheel cars.

Declaraba Adrian Newey días después de la trágica muerte del piloto británico, Dan Wheldon. El ingeniero matiza que la competición es capaz de general las mejores sensaciones del mundo, sin embargo, el riesgo es parte del juego y en algunas ocasiones el precio que se paga por competir en lo que uno realmente desea es muy caro.

Siempre es un momento terrible para el deporte cuando alguien fallece, estés implicado en la competición o no. Este estado de shock para el deporte hace que nosotros siempre tengamos que aprender. Somos todos conscientes del hecho en que el riesgo existe, pero esto es una cosa y muy diferente es cuando esto realmente sucede.

El automovilismo es un deporte maravilloso donde el riesgo está presente en cada momento, la seguridad ha sido un aspecto muy importante a lo largo de la historia de este deporte y muchos pilotos han salvado sus vidas gracias a los últimos avances técnicos. Sin embargo, siempre existirán momentos trágicos en los que el ser humano jamás podrá rectificar y actuar cuando en apenas décimas de segundo algo falla a gran velocidad sobre condiciones adversas.

Por desgracia, la mala fortuna es a veces el desencadenante de accidentes fatales o donde pilotos resultan gravemente heridos, un claro ejemplo podría ser el de Robert Kubica. Sin embargo, el aparatoso accidente de Dan Wheldon podría no haber sido mortal si se hubiesen dado otras circunstancias, pero tras elevarse varios metros de altura y a más de 300 km/h, el monoplaza chocó contra el muro de hormigón con el arco de seguridad. Un elemento que no consiguió aguantar el impacto y que se desintegró por completo, ocasionando una fuertísima conmoción y unas gravísimas heridas que le ocasionaron la muerte prácticamente en el acto.

Después de este fatal desenlace, la IndyCar presentará el año que viene un diseño mucho más seguro. Un chasis Dallara que será bautizado con las iniciales del joven piloto fallecido, DW-001.

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