La FIA ha confirmado el área de activación del sistema de reducción de arrastre (DRS) para el próximo Gran Premio de Corea que se disputa este fin de semana. El circuito asiático debutó en la Fórmula 1 el pasado año con un electrizante evento en el que pudimos disfrutar de muchísima actividad, emoción y suspense hasta la última vuelta. Una carrera que estuvo marcada por la lluvia y por los numerosos accidentes que se dieron lugar en el resto de la prueba.
Este fin de semana las precipitaciones podrían ser de nuevo la tónica en el desarrollo del Gran Premio, una circunstancia que avivaría la acción y ofrecería la posibilidad de tener una carrera más abierta y emocionante. Sin embargo, el DRS también será un aliciente importante el domingo si tenemos en cuenta que el trazado de Corea alberga una de las rectas más largas del calendario (1.050 metros). La FIA ha optado por ubicar la zona de aplicación del DRS en la recta contigua a línea de meta, concretamente entre la curva dos y el tercer vértice del circuito.
El punto de medición está expuesto entre la curva uno y dos, por lo que los pilotos tendrán que apurar el rebufo y la fuerte frenada al final de la línea de meta para lograr situarse a menos de un segundo de su adversario. A pesar de la gran longitud de la recta, el sistema de reducción de arrastre solo aprovechará las dos terceras partes de su prolongación. El rebufo y la velocidad punta serán tan importantes como apurar lo más tarde posible en la frenada. La curva tres es un ángulo cerrado donde los monoplazas rebajan su velocidad de 315 km/h a 80 Km/h en apenas 100 metros y algo más de dos segundos.
El único inconveniente podría ser que los monoplazas no consiguiesen rodar en una estela “cercana”, ya que la frenada de la primera curva es importante y la salida de la curva dos es aerodinámica. Por lo tanto, sólo los monoplazas que tengan a su disposición el juego de gomas más blandas y la mayor respuesta técnica podrán tener más opciones de adelantamiento.