Barahona.- El ministro saliente de la diáspora haitiana en República Dominicana, Edwin Paraison, rechazó que la migración de su país sea un “problema internacional”, como lo calificó el candidato presidencial de la Fuerza Nacional Progresista (FNP), Pelegrín Castillo.
Al tomar en cuenta los diversos aportes de los expatriados en los países de acogidas, de acuerdo a Paraison, el ritmo migratorio haitiano de las últimas décadas no ha superado, proporcionalmente, a las de nacionales de varios países de la región de América Latina, que han sufrido situaciones de violencia política permanente, incluyendo la existencia de guerrillas o de actividades intensa del narcotráfico internacional, cuyos elementos son tomados en cuenta para calificar los países como “Estados fallidos”.
Pese a una situación política interna muy compleja “Haití no ha conocido estallidos sociales que hayan provocado flujos migratorios importantes como se experimenta en países africanos y otros del mundo”, sostuvo el ex ministro, quien agregó que la migración haitiana responde a los mismos factores socio económico que provocan la salida diaria de dominicanos en frágiles embarcaciones hacia Puerto Rico.
En este mismo sentido, indicó que la República Dominicana por ser fronteriza con Haití es el principal destino de la migración irregular, tal como pasa entre Costa Rica y Nicaragua o México y Estados Unidos.
Añadió que en el caso dominicano, por los aspectos históricos y políticos en la gestión de las relaciones entre los dos países: “algunos actores tratan de construir su capital social en base a un discurso de rechazo, de denigración y de negación total de la contribución de la diáspora haitiana a esta nación vecina y hermana”.
Indicó finalmente Paraison que Haití es quien más sufre el éxodo de sus hijos al ver los aportes y los éxitos que conocen en los países de destino y paradójicamente, esa emigración es uno de los problemas internos más graves que confronta su nación por exportar su fuerza de trabajo y sus cerebros a nivel regional o internacional.