Washington.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, instó hoy a Pakistán a hacer frente a la red talibán Haqani, aunque declinó hacerse eco de las acusaciones de lazos entre ese grupo y los servicios secretos pakistaníes formulados por su Gobierno.
El almirante Mike Mullen, hasta hoy jefe del Estado Mayor Conjunto de los Estados Unidos, afirmó la semana pasada ante el Congreso que la red Haqani representa «un brazo estratégico» de los servicios secretos paquistaníes (ISI).
Obama declinó hoy apoyar esa declaración e indicó, en una entrevista concedida al locutor de radio Michael Smerconish, que ese testimonio «expresó la frustración sobre el hecho de que existan refugios, incluido el refugio de la red Haqani en Pakistán».
«Creo que la inteligencia no es tan clara como querríamos en lo que respecta a cuál es exactamente la relación» entre el ISI y esa red, agregó Obama.
Según el presidente, «mi actitud es que haya una implicación activa por parte paquistaní, o simplemente pasiva para permitirles operar con impunidad en algunas de las regiones fronterizas, tienen que hacer frente a ese problema».
Las declaraciones de Mullen la semana pasada causaron nuevas tensiones en los lazos entre EE.UU. y Pakistán, ya frías desde que un comando estadounidense diera muerte al líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, en suelo paquistaní el pasado mayo.
Según el presidente, «no hay duda» de que las relaciones con pakistán «no son como debieran», si bien ambos países cooperan en la lucha contra el terrorismo.
«Seguiremos presionándoles para que reconozcan que les conviene también a ellos, no sólo a nosotros, asegurarse de que los extremistas no operan dentro de su territorio», agregó.
Las declaraciones del presidente coinciden con la entrega al Congreso del informe semestral de la Casa Blanca sobre la marcha de las operaciones estadounidenses en Afganistán y Pakistán.
Aunque dos anexos permanecen clasificados, en el texto del informe hecho público el presidente estadounidense reitera su intención de retirar a lo largo del año próximo 33.000 soldados de Afganistán, la cifra que envió el año pasado como refuerzo y para comenzar a preparar el proceso de transición en el país asiático.
En el mismo informe, la Casa Blanca reconoce que la tensión creada a raíz de la muerte de Bin Laden perjudicó la cooperación entre Estados Unidos y Pakistán. EFE