París.- Los ministros de Trabajo del G-20 acordaron hoy hacer del empleo «una prioridad en materia de política macroeconómica» y se comprometieron a establecer en cada uno de sus países unos «suelos de protección social adaptados a sus condiciones».
Se trata de un mensaje a los mercados financieros, pero también a los ciudadanos de los países del G20, subrayó en la presentación a la prensa de las conclusiones de la reunión ministerial de dos días el titular francés, Xavier Bertrand, que ejercía la presidencia.
«Esto va en la línea de una globalización más equilibrada», se felicitó Bertrand, que no obstante reconoció que «no es todavía suficiente», aunque también que hace dos años en plena crisis financiera «nadie» habría imaginado que se podía llegar tan lejos en este plazo.
El ministro francés, que resaltó la importancia de los acuerdos alcanzados teniendo en cuenta que «no hemos dejado atrás los tiempos difíciles» de la crisis, aseguró que se ha conseguido «hacer avanzar» las cuatro prioridades de la presidencia francesa del G20 en el terreno socio-laboral.
La de hacer del empleo una prioridad de política macroeconómica -precisó- significa que, aunque a causa de la crisis «hay que reducir el déficit y la deuda», al mismo tiempo se debe «velar por que esos esfuerzos no escondan la perspectiva del crecimiento y del empleo».
Los países miembros van a constituir un grupo de trabajo para la problemática específica del empleo juvenil que continuará su actividad durante la presidencia mexicana del G20 el año próximo.
El ministro francés afirmó que «los Estados del G20 se han comprometido a establecer suelos de protección social adaptados a sus condiciones», y aludió a ese respecto al informe realizado bajo la dirección de la expresidenta chilena Michelle Bachelet.
También acordaron «apoyar los esfuerzos» de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para adoptar sus ocho convenciones básicas, y que esta institución sea consultada «de forma más sistemática» en las grandes decisiones de otros organismos internacionales.
La intención de Francia es que la OIT pueda tener voz en particular en los acuerdos de liberalización de los intercambios en el marco de la Organización Mundial del Comercio, algo que el mismo Bertrand reconoció que suscita en algunos «reticencias».
«En el G20 no tenemos la misma visión de la globalización, ni los mismos intereses», pero pese a todo se ha podido llegar a puntos de encuentro, destacó.