La hidratación es para las personas mayores un hábito fundamental en su alimentación, ya que de la ingesta de líquidos depende en gran medida su estado de salud, y más en verano, cuando la pérdida de agua se incrementa y la sensación de sed se retrasa al alertar del peligro.
El Observatorio de Hidratación y Salud (OHS), organismo científico y divulgativo cuyo fin es mejorar las costumbres de hidratación de los ciudadanos, advierte de que en verano se registra un significativo aumento de ingresos hospitalarios por la pérdida de agua corporal. Su informe, elaborado con datos del verano pasado, deja claro que «la población no está concienciada de la importancia de hidratarse de manera adecuada y las malas consecuencias se producen sobre todo los meses de calor».
La deshidratación es una de las causas más frecuentes de hospitalización de personas mayores de 65 años, e incluso, de muerte. En verano de 2003, cuando la canícula de agosto elevó 11ºC durante 10 días seguidos la temperatura media, 6.500 personas más murieron ese mes en España respecto a la media de años anteriores. En Francia, se contabilizaron 15.000 fallecimientos de ancianos directamente relacionados con el calor.
El agua, un nutriente básico
El agua constituye más de la mitad del peso corporal del ser humano. Aunque a menudo se excluye de las listas de nutrientes, es un componente esencial para el mantenimiento de la vida, que debe aportar la dieta en cantidad suficiente. No hay otra sustancia como el agua, involucrada de forma tan amplia en funciones tan diversas.
Como recuerda el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS), todas las reacciones químicas del organismo tienen lugar en un medio acuoso, de ahí que el agua contribuya al buen funcionamiento de todas las células del organismo, sirva como transportador de nutrientes y sustancias orgánicas en el sistema circulatorio y sea vehículo para excretar productos de desecho y eliminar toxinas (a través del sistema cardiovascular, el sistema renal y el hepático). Además, lubrifica y proporciona soporte estructural a tejidos y articulaciones y previene el estreñimiento.
http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/adulto_y_vejez/2011/07/06/201731.php