El tiempo es algo verdaderamente extraño, no existe, pero determina los tiempos, es decir, cuando los tiempos han llegado a la madurez necesaria para producir determinados cambios, no hay voluntad grupal que pueda contrarrestar el desarrollo de los acontecimientos humanos y naturales.
Yo era asesor económico del bloque de diputados del PLD cuando me fui para Italia a estudiar economía agrícola. A mi regreso rendí un informe de la situación económico social en el viejo mundo. Mi idea central era mi profecía de que el Partido Comunista Soviético desaparecería. Felucho Jiménez, quien en ese momento era una de las grandes estrellas del PLD, se paró violentamente del asiento y se marchó gritando: ¨ No te respondo eso porque eres un loco, porque solo un loco puede decir semejante disparate¨. Ahí terminó mi exposición. Todos los diputados se pararon de sus asientos y se marcharon llevándose con ellos grandes carcajadas.
A mí me tocó hacer lo que a través de toda la historia han hecho los profetas: sentarse debajo de un árbol y meditar acerca del humano y sus condiciones. Si uno busca en los lejano del pasado, encuentra que los grandes caudillos, aquellos con definidos papeles históricos, siempre se dan cuenta de que cada acto de su vida, por loco que parezca, forma parte de la historia del mundo, del rara veces oculto canto humano.
Por ejemplo, algo que yo he podido comprobar en esta historia caribeña: Si usted ha leído con su corazón y su alma a José Martí, jamás traicionará a Cuba. Si usted ha leído, con su corazón y su alma a Juan Bosch, jamás traicionará a Quisqueya y al PLD. Si usted ha leído con su corazón y su alma a Bolívar jamás traicionara a América. Cuando digo leer con su corazón y su alma quiero decir disfrutar lo que ha leído, gozarlo como si estuviese obteniendo un orgasmo.
Para el candidato del PLD, Danilo Medina, Quisqueya parece ser una novia y una madre. Y la cosa más importante ahora es hacerle comprender a los peledeístas que Quisqueya quiere, anhela ver a otro dirigente del PLD en el poder, ejerciendo el mando. La gran diferencia entre nosotros los latinos y el anglosajón, es la forma cómo manejamos nuestras energías. Los latinos producimos más energía que los anglosajones, pero somos más malos en coordinarlas hacia un objetivo. Ese fenómeno es el que explica el liderazgo histórico del PRD.
Ese es un gran dilema a la hora de estructurar una campaña. Cuando yo coordinaba la campaña de Leonel, en el 1995, entendí que mi único remedio era permitir la creación de miles de movimientos, todos con Leonel, pero independientes. El Comité Político del PLD pataleo, me acusaron de traidor, propusieron mi expulsión… Leonel, con su gentileza, logró calmarlos y encontramos una formula salvadora: los movimientos serían libres, pero el PLD nombraría un Coordinador, que resulto ser Joaquín Gerónimo, quien hizo un magistral trabajo, fue el hombre ideal para el gran momento.
Ahora tenemos el dilema de que el PLD lleva 12 años siendo gobierno, en las buenas y en las malas. La gente sigue queriendo ser libre, pero demandan una clara política de coordinación de energías. Un líder, para ser libre, lo primero que debe exigir de sí es que no tenga a otro hombre bajo su dominio, porque no es capaz de producir riqueza espiritual el que tiene a su semejante bajo la coyunda.
Una clara metodología sería el hacer entender el que la «libertad es, el derecho que tiene el humano a ser honrado y a pensar y a hablar y actuar sin hipocresía». De ahí puede resurgir lo que aplicamos en el 1995, una metodología de trabajo que enamora al peledeísta llevándolo a huir de la vulgaridad y a cuidar la forma. Armado de esa herramienta Danilo caminaría hacia el triunfo, se encontraría con lo que para los tiempos nos han preparado y avanzaría haciendo como hacemos los poetas: insultamos, pero comprendemos y respetamos las esencias.