Familia jóvenes detenidos piden su liberación

Familiares de dos adolescentes acusados de haber dado muerte a un vecino, en agosto de 2010, en Villa Mella, pidieron al fiscal de la provincia Santo Domingo, Perfecto Acosta, que profundice las investigaciones en torno al caso, por entender que no existen pruebas materiales ni evidencias que sustenten la acusación.

Las señoras María Cristina Ramos y Jaqueline Lantigua, abuela y madre de Estarling Reyes y Junior Enrique Lantigua, respectivamente, dijeron que la imputación se basa en falsos y en testimonios forzados de un menor recluido en el Centro de Rehabilitación Najayo-Menores.

Las damas aseguraron que la confesión del menor fue obtenida a la fuerza por un teniente de la Policía conocido como Marianito y que le habría puesto una pistola en la boca cuando era trasladado desde San Juan de la Maguana a Santo Domingo. Dicen que por el hecho está acusado Jonathan Figueroa de León.

Las mujeres aseguraron que sus parientes guardan prisión preventiva en la cárcel de La Victoria desde enero pasado, pese a que una primera investigación dio como resultado la no existencia de evidencias y el arma homicida no aparece.

También aseveran que las pruebas de parafina y balísticas dieron negativas y los testimonios son contradictorios, por lo que el teniente Cristian Castro, a cargo del caso, determinó que no tenían relación con el homicidio.

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