Manejar una alcaldía, un gobierno municipal que prácticamente durante toda su existencia ha estado atrapada en prácticas y esquemas de corruptela, de complicidad, se hace un tanto difícil cuando llega un alcalde con una visión renovadora, que desafía permanentemente el statu quo heredado.
Y se hace más difícil cuando la generalidad de los asambleístas no comprenden que es una necesidad impostergable el cambiar esquema y practica vieja, que el dame lo mío por toda acción municipal no debería ser una acción que norme su ejercicio legislativo municipal. Que lo principal es satisfacer las necesidades y demandas de la comunidad.
Gobernar enfrentando esos viejos esquema es peligroso, porque llevan a que el ejecutivo, ante la resistencia se vea precisado, para beneficiar a la gente, para implementar verdaderos proyectos comunitarios, violentar procedimientos, reglas y normas que lo colocan ante sectores como ejecutor de prácticas poco transparente.
La sociedad de Santiago tiene que saber de estas cosas. Porque la complicidad en la sociedad dominicana es terrible, existe un practica nociva, mercantilista, todo el mundo quiere ser beneficiado del pastel municipal…si no se le incluye se convierten en adversario irracionales, hacen causa común con el atraso, con lo que no quieren el cambio verdadero, con lo que quieren que las cosas siga como han estado siempre, intentan impedir, recurriendo a los medios, denunciando supuestas irregularidades y escándalos municipales.
Pero, qué pena, se quedan los medios en la superficialidad, el periodista no investiga mas allá de sus narices, y por omisión se ven como cómplice del complot de la denuncia politiquera.
El mayor desafío que ha tenido que enfrentar el alcalde de Santiago, Gilberto Serulle, ha sido ese, y el desafío de hacer que las cosas funcionen
para el beneficio de toda la comunidad, aunque para ello tenga que violentar reglas y normas.
Transparencia y Responsabilidad
Transparencia es apertura a la toma de decisiones, es la voluntad de compartir informaciones acerca de las acciones del gobierno municipal y puerta abierta a las políticas de planificación y administración de los programas y servicios.
Esa práctica por primera vez se da en el gobierno municipal de Gilberto Serulle, el PRD y fuerzas aliadas. Y ello ha permitido menores costos y duplicación de los beneficios para la comunidad.
Es una visión nueva de gobernar, visionaria, que promueve el desarrollo de nuevos líderes, que favorece de manera deliberativa a quienes tienen las riendas del liderazgo y la responsabilidad dentro de la comunidad.
Por último, un líder debe asegurarse no sólo de contar con un buen grupo de colaboradores leales y trabajadores sino, también, que el personal
restante actúe también como si tuviese esa condición.
Además, el líder público debe trabajar con la mejor gente posible y concederle autonomía suficiente.
Como en el futbol, un conjunto de individualidades no hace necesariamente un equipo; en tanto, un grupo modesto de jugadores organizados, motivados y jugando en conjunto pueden llegar a obtener grandes resultados. Para ello, más que mandar hay que incentivar tanto la creatividad como la mutua cooperación.
EL AUTOR ES PERIODISTA
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