BARAHONA.- El Gobierno tendrá que construir una nueva carretera para unir a Jimaní, Tierra Nueva y La Descubierta, por los daños que han provocado los lagos Azuei y Enriquillo por su desbordamiento, dijo el obispo de la diócesis de esta ciudad, Monseñor Rafael Leónidas Felipe Núñez.
El religioso dijo que la vía evitaría el paso por Boca de Cachón, localidad de Independencia que ha sido grandemente afectado por las aguas de ambos lagos.
“Obras Públicas tendrá que hacer una carretera para unir a Jimaní, Tierra Nueva y La Descubierta para evitar el paso por Boca de Cachón” apuntó.
Felipe Núñez indicó que el lago Enriquillo ha devastado miles de tareas, “mientras que los pastos de ganado que había desaparecieron por las inundaciones que se producen desde hace años”.
“El lago sigue avanzando. Ya ha inundado cerca de medio kilómetros en la carretera que va entre Jimaní y Boca de Cachón”, puntualizó.
El prelado católico dijo que esta situación es un peligro por la avanzada del lago Enriquillo, ya que puede inundar toda la comunidad de Boca de Cachón. Dijo que las personas que residen en esa localidad, ya están pensando donde podrían ser reubicados.
El religioso manifestó que el Lago Azuei dijo que las viejas instalaciones de Aduanas, como las nuevas ya están bajo agua.
“Entre Jimaní y la frontera se han hecho rellenos, pero el lago Azuei ha cubierto parte de la carretera y avanza a otros puntos de Jimaní, saliendo hacia Haití, por la bomba de gasolina”, explicó.
Señaló que ellos como representantes de la diócesis están preocupados por todo lo que está aconteciendo en esa localidad fronteriza.
“Estamos haciendo un llamado al Gobierno, a las autoridades responsables para que intervengan ante esta situación de precariedad en que esa zona” subrayó.
El obispo de esta ciudad, dijo que el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), Obras Públicas, agriculturas y Medio Ambiente para atender la situación de esa región.
