NUEVA YORK.- Fumar no elevaría el riesgo de desarrollar esclerosis sistemática, según un nuevo estudio.
«Esto nos sorprendió porque está demostrado que existe una sólida relación entre el cigarrillo y la susceptibilidad de desarrollar artritis reumatoidea», dijo Prateek Chaudhary, que dirigió la investigación.
«Los resultados son importantes porque revelan la diversidad de las enfermedades reumáticas y cómo los gatillos ambientales influyen de manera diferente en los trastornos autoinmunes», añadió.
En la revista Arthritis & Rheumatism, el equipo de Chaudhary publica los resultados de un análisis de los datos de un registro de 1.379 pacientes con esclerodermia. En 621 casos, los autores pudieron saber si fumaban, entre otros datos.
A ese grupo se lo comparó con 1.228 personas (grupo de control) a través del Sistema de Seguimiento de los Factores de Riesgo Conductuales.
El 57 por ciento de los pacientes con esclerosis era «no fumador» y el 43 por ciento, «fumador» (porque fumaba o había fumado). No se registró una relación entre el riesgo de desarrollar esclerosis sistémica y el tabaquismo.
Según el equipo, fumar es una adicción inmunosupresora y proinflamatoria en el proceso de aparición de varias enfermedades.
Los autores no pudieron explicar por qué fumar aumenta el riesgo de desarrollar varios trastornos autoinmunes, como la artritis reumatoidea o la enfermedad de Crohn, pero no la esclerosis sistémica. Aun así, los resultados no contradicen hallazgos previos de que sí aumenta la gravedad de la enfermedad.
«El estudio demostró que los fumadores de cigarrillos no eran más propensos a desarrollar esclerodermia que los no fumadores», resumió la autora principal, doctora Maureen Mayes, del Centro de Ciencias de la Salud de la University of Texas.
«Aun así, dado que la esclerodermia daña los pulmones, es razonable concluir que, como sabemos, los pacientes fumadores tienen una peor función pulmonar que los pacientes no fumadores», agregó.
FUENTE: Arthritis & Rheumatism, online 6 de junio del 2011