Berlín.- Las autoridades sanitarias, primero, y el Gobierno alemán, después, levantaron hoy la alerta sobre pepinos, lechugas y tomates crudos como focos de la infección de la «E.coli», causante de 31 muertos en Alemania y otro en Suecia, tras semanas de crisis sanitaria y daños multimillonarios en el sector agrícola.
Las sospechas sobre estas hortalizas desaparecen y todo apunta a las semillas germinadas de una granja ecológica de Baja Sajonia (norte) como el origen de una infección con un cómputo de 2.800 pacientes ingresados en Alemania, de los cuales 722 desarrollaron el peligroso síndrome urémico hemolítico (SUH).
«Con gran probabilidad, las semillas fueron la causa de la infección», afirmó Reinhard Burger, director del Instituto Robert Koch, que centraliza las investigaciones de patologías infecciosas.
«Los ciudadanos pueden volver a comer sin miedo pepinos, tomates y lechugas desde ahora mismo, siempre que guarden las debidas medidas de higiene», recalcó la ministra de Agricultura, Ilse Aigner, en una comparecencia ante los medios en el Parlamento, inmediatamente después de la conferencia de prensa de los expertos.
El primer caso de un infectado se detectó el 1 de mayo, pero hasta semanas después no se produjeron los ingresos masivos.
Desde el 25 de mayo, cuando el Instituto Robert Koch recomendó no comer estas verduras crudas, tales hortalizas habían quedado prácticamente proscritas de muchos supermercados del norte del país.
Un día después de lanzarse la alerta general, las autoridades de Hamburgo -epicentro de las infecciones- concentraron las sospechas en los pepinos españoles, tras detectarse una partida potencialmente infectada de una peligrosa y desconocida cepa de la bacteria.
La alarma sobre los productos españoles se levantó días después, pero persistió la recomendación de no consumir pepinos, lechugas ni tomates crudos fuera cual fuera su procedencia, lo que derivó en daños multimillonarios en el sector agrícola, español y alemán, en primera línea, pero también del resto de Europa.
A esa alerta sobre las hortalizas siguió, el fin de semana pasado, la lanzada sobre las semillas germinadas de Baja Sajonia como probable foco de la infección, aunque no se retiró la recomendación general sobre pepinos, lechugas y tomates.
Aigner y su colega de Sanidad, Daniel Bahr, expresaron su «alivio» por las informaciones del Instituto Robert Koch y el Instituto Federal de Evaluación de Riesgos y consideraron que «lo peor ha pasado», puesto que remitió el número de nuevos infectados, aunque no se descarta más fallecimientos, como los dos que se reportaron hoy, uno en Baja Sajonia y otro en Schleswig-Holstein.
Los dos ministros defendieron, una vez más, como «correctas» las medidas adoptadas ante la crisis y que han sido objeto de duras críticas desde la oposición alemana y los socios de la UE afectados.