Barcelona.- La estadounidense Paris Hilton ha acudido hoy al circuito de Montmeló para apoyar a los españoles Maverick Viñales y Sergio Gadea, los dos pilotos de la escudería de 125cc a la que da nombre, Blusens by Paris Hilton Racing, y se ha convertido en la auténtica estrella del ‘paddock’.
La estadounidense ha desfilado todo su glamour por el GP de Cataluña, cuyo público se ha entregado totalmente a esta personalidad polifacética que mueve pasiones.
«Me encanta Barcelona», se la ha escuchado decir entre la multitud de aficionados que la rodeaban al dirigirse hacia la parrilla de salida.
Y es que centenares de aficionados se han agolpado delante del ‘motorhome’ de su escudería a la espera de fotografiar o simplemente ver a Paris Hilton, que pese al agobio de los fans se ha mostrado amable y accesibles con ellos.
Paris ha sido Paris. Se la ha visto vestida con los colores y emblemas de su escudería -que también tiene como patrocinador a la discoteca Pachá- con grandes gafas de sol y sin que nadie le hiciera sombra, ni siquiera las modelos que se pasean por el paddock ligeras de ropa, a pesar de que el sol se ha resistido a salir.
Paris -modelo, actriz, cantante y dueña de esta escudería, entre muchas otras cosas- se ha dirigido hasta la parrilla para fundirse en un abrazo con Maverick Viñales, uno de sus pilotos.
El jovencísimo Viñales -de 16 años- está siendo una de las grandes revelaciones de la temporada en la pequeña cilindrada, puesto que consiguió ganar el último GP de Le Mans (Francia), y obtuvo ayer el tercer mejor tiempo en los entrenamientos libres.
Este triunfo parece haber motivado a la patrona, ya que por primera vez ha asistido a un Gran Premio del mundial de motociclismo, y el lugar escogido ha sido el de Cataluña.
La neoyorquina ha seguido la carrera y la progresión de sus pilotos desde el ‘pit lane’, una posición privilegiada para una celebridad como ella.