Los atletas jóvenes consumen menos drogas, pero más alcohol

NUEVA YORK.- Los adolescentes que practican deportes en equipo son menos propensos a fumar o consumir marihuana y otras drogas, pero suelen beber más alcohol que el resto, según indicó un estudio.

Esto no prueba una relación causa-efecto, pero los autores del nuevo estudio afirman en la revista Addiction que se puede ayudar a prevenir el abuso de drogas y alcohol en los adultos jóvenes.

Promover el ejercicio y prevenir el abuso de alcohol en los atletas estudiantiles, por ejemplo, serían dos primeros pasos importantes en esa dirección, opinó Yvonne Terry-McElrath, coautora del estudio, de la University of Michigan en Ann Arbor.

Aun así, la experta expresó cautela sobre la relación identificada en el estudio y aclaró que promover el ejercicio «no es la cura para todo».

El equipo analizó los datos de un estudio del Instituto Nacional sobre Abuso de Sustancias realizado a estudiantes secundarios avanzados, a los que se siguió hasta la adultez con encuestas regulares sobre el consumo de alcohol, cigarrillos y drogas, además de la práctica deportiva.

El estudio incluyó información sobre casi 12.000 estudiantes; la mitad había respondido los sondeos hasta los 25 o 26 años.

Según la primera encuesta, los participantes habían bebido alcohol entre una y cinco veces el mes anterior y habían fumado marihuana entre ninguna y dos veces. En promedio, no habían fumado o habían encendido un cigarrillo menos de una vez al día. El 9 por ciento había consumido otras drogas.

Los que practicaban deportes en equipo o hacían más ejercicio eran menos propensos a fumar, consumir marihuana y otras drogas en la adultez. Y los que aumentaron la actividad física con los años tendieron a fumar menos y a consumir menos drogas que el resto.

El 38 por ciento de los adolescentes que no hacía ejercicio había fumado tabaco alguna vez en el mes anterior; el 23 por ciento había fumado marihuana. Entre los atletas o los que hacían ejercicio, esas cifras fueron, respectivamente, del 25 al 29 por ciento y del 15 al 17 por ciento.

Con todo, practicar deportes en equipo estuvo asociado con un mayor consumo de alcohol. Este efecto no se observó en los varones que hacían ejercicio sin pertenecer a un equipo.

El 45 por ciento de los que no hacían ejercicio había bebido alcohol el mes anterior, comparado con el 57 por ciento de los que formaban parte de un equipo deportivo.

En general, observaron los autores, los estudiantes que habían dicho que bebían más en la primera encuesta, seguían con ese hábito en la adultez.

Según Terry-McElrath, existen varias teorías de por qué estos atletas tienden a beber más que otros: podría ser una actividad social relevante en algunos equipos y hasta existiría presión entre pares para beber después del juego.

Además, los deportes están muy asociados con la industria del alcohol.

En los atletas más competitivos, «el espíritu de competencia en el campo podría transformarse en hábitos de consumo», opinó Darren Mays, experto en consumo de alcohol en atletas adolescentes.

O podría estar asociado con el estrés, agregó Mays, del Centro Médico de la Georgetown University y que no participó del estudio.

«En estos jóvenes, bajo tanta presión atlética y académica, beber sería un mecanismo para superar los problemas», dijo a Reuters Health.

FUENTE: Addiction, online 11 de mayo del 2011

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