Madrid.- El Ministerio español de Defensa recordó hoy que España fue el primer país en cumplir la Convención de Dublín, firmada en mayo de 2008, y completar así la destrucción de todas las bombas racimo que había en sus arsenales.
La organización Human Rights Watch (HRW) denunció que las fuerzas de Muamar al Gadafi han utilizado bombas de racimo fabricadas en España en 2007 en sus ataques contra zonas residenciales de Misrata, ciudad al este de Trípoli sometida a un intenso bombardeo.
El ministerio español, que aseguró no tener constancia del armamento que está utilizando el régimen libio, subrayó hoy en un comunicado el cumplimiento por parte de España de los acuerdos internacionales para destruir este tipo de munición y prohibir su fabricación.
En el texto, recuerda que en mayo de 2008, 111 países acordaron erradicar este tipo de armas en la Convención de Dublín.
En julio de ese año, tres meses después de tomar posesión la actual ministra de Defensa, Carme Chacón, y antes de que España ratificase el convenio, el Gobierno español aprobó una moratoria para prohibir el empleo, desarrollo, producción, adquisición y almacenamiento de estas municiones en el país.
El ministerio español añade en el comunicado, que puso entonces en marcha los trámites para la destrucción de todas las bombas de racimo en los arsenales de las Fuerzas Armadas, para lo que se fijó un plazo de un año.
Tres meses antes de dicho plazo, el 18 de marzo de 2009, España se convirtió en el primer país del mundo en cumplir la Convención de Dublín, al completar la destrucción de las bombas de racimo en sus arsenales.
Según los datos del ministerio español, en total se destruyeron 5.589 municiones: 4.600 granadas de mortero de fabricación española, 600 bombas de racimo estadounidenses y 400 bombas "antipistas".