Estar vivo, una gran riqueza

El garantita Código Procesal Dominicano abrió la compuerta a la delincuencia para que se adueñara del país

Como hubiesen salido de las facultades de Derecho de las universidades, los atracadores, vendedores de drogas, homicidas, falsificadores y violadores de las leyes, una vez detenidos reclaman vehementemente sus derechos.

Algunos sacan de los bolsillos las medidas que establece el código advirtiendo a los policías que tenga cuidado porque podrían hacerlos cancelar.

Cuando un jefe de estas bandas cae preso aparece de inmediato su abogado, que se encarga de buscar una medida de coerción consistente en el pago de una suma de dinero (fianza) o irse para su casa presentándose periódicamente ante un juez.

El código contiene disposiciones de prisión preventiva que fiscales, que jueces obvian dejando en libertad a estos personeros del mal. Ciertamente, en las calles del Distrito Nacional,  las provincias de Santo Domingo y el país, los demonios de la narco-delincuencia imponen el terror porque tienen en el código un aliado y protector.  No pasa un día que no sucedan hechos alarmantes que ponen en peligro la seguridad ciudadana.

Estudios realizados por expertos precisan que dos de cada diez personas son víctimas de la violencia, los asaltos, atracos y asesinatos.  La inseguridad está presente, a pesar de los grandes esfuerzos que realiza el jefe de la policía, Mayor General José Armando Polanco Gómez, en el combate de estos males.

Un informe de la Dirección General de Investigaciones Criminales (DICRIM), asegura que en 16 días resolvió mil 250 casos de robos, atracos, secuestros y violencia, ocupando 83 armas de fuego cortas, largas y lo más importante es que se desmantelaron bandas de sicarios. La eficiencia de la DICRIM, que comanda el general Héctor García Cuevas, le permite a la jefatura de Polanco Gómez exigir estos logros y tener la satisfacción de que el 95 por ciento de las evidencias y pruebas presentadas fueron aceptadas por los tribunales.

Sin grandes recursos económicos. La policía poco a poco avanza en cuanto a la profesionalización, el trabajo y la eficiencia, manteniendo un programa sostenido, educación, promoviendo la ética y los valores morales por medio de charlas, talleres e impresos, a cargo de la Dirección General de Asuntos Internos, con el general Manuel E. Castro Castillo al frente, uno de los mejores investigadores que tiene la uniformada, mediante la cual establece métodos científicos de trabajo que permiten la transparencia, la equidad y la responsabilidad en las investigaciones.

En su paso por la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), la Dirección de Inteligencia Delictiva, y en asuntos internos, los resultados hablan de su labor, reconocida por importantes agencias de inteligencia que combaten el crimen organizado en los Estados Unidos de Norteamérica y otras naciones

El momento que vive la República es para que los sectores sensatos se unan en función de combatir la violencia, los atracos, asesinatos, secuestros y el sicariato, preservando la mayor riqueza que puede tener un dominicano o una dominicana, la vida. Si señor y señora, la vida es su mayor riqueza, no permita que se la quiten por la indiferencia o la inoperancia de un código procesal que privilegia a los que delinquen perjudicando a la gente seria y de trabajo.

Esto no puede seguir así, con un código que no sirve, y si sirve es para beneficiar a los narcos, delincuentes, corruptos y homicidas.

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